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Mostrando entradas de febrero, 2013

Las Damas no tenemos gusanitos

Hoy el día empezó bien, conmigo feliz de la vida jugando en el jardín con el Manchi luego de haber dormido rico abrazada a mi mamá. La Conqui salió sola y nos dejó a los dos afuera así, que no tengo nada que alegar sobre que si se van ellos dos de paseo juntos y no me llevan, el problema es otro ¡mucho más grave!… Necesito ayuda para saber dónde se ponen las denuncias por maltrato de gatitas lindas como yo porque hoy la Conqui me torturó, me amarró con su delantal de cocina, me obligó a abrir la boca, me sujetó las manos, me apretó con sus piernas y mil maldades más, todo para hacerme tragar una píldora que yo no quería. Por suerte me defendí bien defendida, y la arañé entera, y me zafé de sus piernas y brazos varias veces hasta que me dejó tranquila… y sin haberme tomado el remedio que me quería dar. Después, la muy tonta, creyendo que yo soy más tonta que ella, me quiso hacer lesa mezclando la pastilla con el ñam ñam rico que me da cuando me porto bien, pero no me pudo hacer lesa, y

Decisiones que yo no debo tomar

La Conqui ayer me preguntó si me gustaría irme a vivir a Viña. Me dijo que si nos íbamos deberíamos hacer un viaje laaaaargo en auto y que viviríamos en una casa más grande pero con jardín chico, sin ratoncitos para cazar, y que ya no estaríamos las dos solas si no que viviríamos con su mamá (que vendría a ser mi abuela). También me dijo que nos iríamos las dos solas, sin el Manchi, porque el Manchi no es de ella, por eso siempre habla del allegado . Está complicada la Conqui, yo lo noto porque anda más regaloneadora que nunca. Cada vez que puede me agarra en brazos y me da hartos besos bien ruidosos que a mi me cargan, pero yo me dejo porque me doy cuenta que, alguna manera, ella me está diciendo que pase lo que pase siempre voy a estar con ella, y eso me gusta porque de chica me dejaron botada y pasé hambre, y frío y estuve solita, y es triste estar solita sin tener a nadie que te regaloneé ni se preocupe por ti. El Manchi es de acá, él es dueño del terreno y su “mamá” vive en la ca

Casa mirando al sur

Como que desaparecieron los ratoncitos; ya van 4 días que no pillo ninguno… o al menos eso cree la Conqui porque no le he llevado nada a la casa. Lo que no sabe, es lo que yo hago cuando me desaparezco por las mañanas, y por las tardes. Han estado tan ricos estos días que los he pasado en el jardín. Además, afuera está más calentito que adentro de la casa porque como está orientada al sur, es bien fresca. Eso de estar orientada al sur no es invento mío, se lo dijo a la Conqui su vecina que es arquitecto. Yo no sabía que era un “arquitecto” así que tuve que googlearlo para saber: es la persona que “proyecta y construye casas”. Entretenido ese trabajo. A mi me gustaría que me construyeran una casa, incluso se lo podría pedir a la vecina, pero parece que no le gustan mucho las gatitas lindas como yo porque cada vez que quiero meterme a su cocina para saludarla me grita “¡fuera gato!”… ni siquiera se ha dado cuenta que soy gata y no gato. ¿Lo peor de todo? la Conqui no le dice nada a ella

Aperitivo

La Conqui me sigue molestando por los dos o tres gramos que tengo de más, cada vez que puede me dice “botijo” o me esconde la comida. Que me diga botijo me da lo mismo porque no sé qué es eso, y es de gata sabia no enojarse por lo que no se entiende, independiente del tono de chunga con que me digan las cosas. Lo que realmente me molesta, es que me esconda los crunchi crunchi. Pensé que eso era etapa superada, que ella había aprendido que la comida es sagrada y no se le esconde a las gatitas lindas como yo, pero ayer repitió la mala broma y cuando quise picar unos poquitos a la hora del aperitivo, no los encontré en mi platito. El aperitivo es una cosa que se come antes de almuerzo; no entiendo mucho eso de comer antes de comer, pero habiendo crunchi crunchis de por medio, yo feliz. Fue idea de la Conqui lo del aperitivo, ella se puso a tomar cerveza y comer unos crunchi chunchi salados que compra a veces pero que a mi no me gustan (papas fritas parece que se llaman), y cuando yo quise

Quiero volar

Después de un par de días feos con harta lluvia y viento, hoy amaneció tranquilo: nublado pero rico, sin ganas de llover y con cara de salir el sol. Me gustan los días como hoy porque todos los animales que se esconden por culpa de la lluvia, empiezan a asomarse y aprovechan de salir a buscar semillitas y cosas para comer, y yo aprovecho de comérmelos a ellos o, al menos, de jugar un rato a pillarlos. Debo confesar que cuando yo cazo una laucha o un pajarito, no es por hambre porque la Conqui se preocupa de tener siempre mi platito de crunchi crunchis lleno (cuando no le da por ponerme a dieta), si no que lo hago por diversión, por “competencia”: me gusta ser más hábil que cualquier pajarito pajarón o laucha cagona, y saber que los puedo agarrar cuando quiero. Por eso los muerdo despacio (aunque a veces, con los nervios, se me pasa la mano) y después los suelto para ver cómo escapan y así volver a pillarlos. Los pajaritos son los más difíciles de cazar porque ellos vuelan, y yo aún

Ahí terminan los pajaritos

¡Ya descubrí qué hace la Conqui con las pajaritos! ¡¿cómo fuí tan tonta para creer que me los quitaba para “salvarlos”?! es mala… ¡mucho muy mala! satánica… ¡perversa! Hoy en la mañana fue día de aseo y cambio de sábanas. De puro buena que soy me puse a ayudar a la Conqui con lo del cambio de sábanas, mal que mal yo también las uso y me pareció que ayudarla era lo más justo; mientras ella sacaba las sucias, yo saltaba arriba de las limpias, todo bien hasta que llegamos a la parte de sacar el plumón de su funda para ponerlo en la nueva, y ahí descubrí el macabro secreto de dónde terminaban los pajaritos que yo cazaba y ella me quitaba: los usa para su plumón!!!! me di cuenta al ver como volaban las plumitas por toda la cabaña. Ahora entiendo que eso del reí ki es un truco, y que cuando yo veo a los pajaritos salir volando de sus manos debe usar algún video para engañarme, porque yo vi como su plumón está lleno de plumas, y si no son de los pajaritos que yo cazo ¿de dónde vinieron? ¡Mala

¡Chocolate!

Hoy de nuevo la Conqui salió y me dejó encerrada. Y lo peor de todo fue que me dejó encerrada por culpa de un pajarito!!!! Resulta que hoy en la mañana agarré uno de lo más bonito, más grande de los que cazo siempre y me lo llevé para la casa. Tonta yo que no aprendo que si los llevo para allá y está la bruja me los quita. Bue… el asunto es que me abrió el hocico con sus dedos y me hizo soltar mi presa, ella lo agarró con sus manos y se fue al jardín a hacerle esas cosas raras que ella sabe: rei ki me dijo que era. Ni idea que sea eso, sólo sé que a mi me dejó encerrada en la casa para que no volviera a pillar al pajarito cuando saliera volando y me tuve que conformar con quedarme mirando por la ventana igual que el otro día, claro que ahora fue más inteligente y no traté de agarrarlo como la otra vez: ya aprendí que el vidrio es un límite invisible. Después que el pajarito salió volando, la Conqui entró a la casa, pescó su cartera y salió. “Voy a la compra y vuelvo”, y esta vez no m

Pelea nocturna

Hoy me pasé el día afuera aprovechando el sol y vigilando al Manchi para ver si salía con la Conqui a alguna parte… pero no. En la mañana ella se fue sola a esas reuniones que tiene, capaz que sea cierto que es por trabajo y no algún panorama entretenido como yo pensaba. Igual voy a seguir vigilándola. Anoche tuvimos mocha: apareció un gato negro mal encarado que le quiso pegar al flacuchento ¡no se imaginan el escándalo! Él estaba en el jardín y la Conqui   y yo en la casa: mientras ella comía mirando tele, yo miraba su plato por si me tocaba algo. Estábamos en eso cuando sentimos le tremenda batahola de fuuuuss, grrrrrrr y todos esos ruidos terroríficos para los humanos que hacemos los gatos cuando estamos enojados. La Conqui soltó altiro el tenedor y salió corriendo a ver que pasaba… y yo detrás de ella. Duró poco el vuelo porque de repente mi humana se dio cuenta que no veía nada, así que volvió a la casa a buscar linterna y vuelta a salir corriendo. Ahí pillamos al negro peleador

En pedir no hay engaño...

Anoche la Conqui no hizo fuego así que dormimos los tres apretados: la Conqui al medio y el Manchi y yo a cada lado en el hueco de sus brazos ¡fue rico! como será que nos despertamos cuando sonó el despertador y ninguno tenía ganas de levantarse… cuando sonó la tercera vez, ahí la Conqui se levantó y con el Manchi nos apropiamos de toda la cama. Teníamos la intención de seguir durmiendo, pero cuando sentimos que nos llenaba los platos con crunchi crunchi, nos levantamos altiro a desayunar ¡primera vez que ella se levanta antes que nosotros! casi que parece milagro. En todo caso fue bueno porque la gruñona hoy día estuvo contenta, está visto que le hace bien dormir de un tirón. Hoy de nuevo me dejaron solita en la casa por eso de las reuniones, y me tinca que algo pasó porque la Conqui volvió desanimada y diciendo “me quedé sin pega”. No entendí mucho eso de la “pega”, pero creo que así le dice ella al trabajo porque me dijo “Melí, empieza a comer menos mira que la plata nos tiene que

¡¿Reu qué?!

A mi no me hacen lesa, y estoy segura que en algo andan la Conqui y el Manchi: hoy día ella salió dos veces y las dos veces regresó al mismo tiempo que él ¿estarán yendo de paseo a algún lugar entretenido sin mí? eso sería muy feo. La Conqui dice que va a reuniones o al supermercado, siempre tiene una chiva buena para contarme, pero me parece muy raro que ¡oh! casualidades de la vida, siempre llega con el flacuchento. Según ella que va sola, que el Manchi sólo sale a recibirla cuando cruza la entrada del sitio dónde está la cabaña, que él se queda dando vueltas por el jardín y no la acompaña, pero igual me parece extraña tanta coincidencia… Cuando ella sale, yo siempre siempre trato de acompañarla para que no se pierda porque no quiero después no sepa volver a la casa, también la sigo cada vez que saca la basura para vigilarla que no haga tonteras como dejar el cubo sin la tapa puesta. El problema es que sólo puedo acompañarla cuando hace el trámite de la basura, porque para sus otras

Ñam ñam de otoño

Hoy debo haber hecho algo muy bien porque me dieron ñam ñam del rico y no los típicos crunchi crunchi de todos los días. Aproveché que no estaba el Manchi, y me llené la guatita; comí y comí lo que más pude, pero igual me quedaron unos poquitos, así que espero que el flacuchento no aparezca y me los robe antes de que yo use mi cantora y tenga más espacio para seguir comiendo. Tal vez me tocó ñam ñam rico porque hoy me porté bien y no le traje ningún pajarito a la casa, en cambió al Manchi lo pillaron chanchito jugando con una laucha. ¿Entre nos? fue injusta la Conqui por retarlo: ella siempre dice que las lauchas y los pajaritos son para jugar fuera de la casa y no adentro, jamás ha dicho que no podamos jugar NUNCA con ellos, y el Manchi estaba jugando en el jardín, no adentro de la casa pero igual lo retó… por eso digo que fue injusta. Yo no voy a decir nada porque ni loca me voy a meter a defender al flacuchento que me dejó sola cuidando la casa el sábado, pero de que estuvo mal qu

3 regalos que valen hongo

Parece que la Conqui quedó con remordimiento de conciencia por haberse olvidado de mi cumpleaños, y pretendió hacerme lesa celebrándomelo ayer como si yo fuera tonta; en la mañana salió y llegó no con uno, si no que ¡con tres regalos! aunque la verdad, de los tres no se hace uno: una rueda pelotead con una campanita adentro y un par de colets (o como se escriba). Vamos a ver… ¿de verdad cree que eso reemplazará a mi juguete preferido y que ELLA me perdió? No. Como mi ratoncito verde con elástico no había, y si cree que yo no me di cuenta que haciendo aseo el otro día lo aspiró y lo dejó tan sucio que lo botó a la basura sin hacer el esfuerzo de lavarlo, está muy desubicada. Yo seré gata, pero gata ordenada, y siempre sé dónde dejo mis ratoncitos ¡aunque sean de juguete! Que juegue ella con los coleta si quiere, porque lo que es yo, no pienso. Después de eso, quedé molesta todo el día; más encima la fresca volvió a salir en la tarde y ni siquiera pidió permiso ¿creerá que se manda sol

Su cantora y la mía

Hoy quiero hablar de un tema “delicado”, o al menos eso dice la Conqui que me retó cuando le pedí ayuda para poder escribir bien sobre su cantora; me dijo, “Melí, uno no anda ventilando sus intimidades en público, no es delicado”; no tengo ni idea lo que significa la palabra delicado, así que voy a contar igual lo de las cantoras con o sin su ayuda. Mi cantora la conozco bien y sé cómo funciona: es una cajita roja con arena que uso cada vez que tengo ganas de hacer pipí o caca. Cuando hago caca la Conqui me reta por hedionda (cómo si ella fuera cuerpo celestial), y cuando hago pipí me dice que parezco grifo (¿ella no se habrá escuchado?). La Conqui envidia tanto mi cantora, que todas las mañanas y todas las tardes toma una paleta con dientes y juega con la arena algunos minutos; yo la dejo porque así aprovecha de sacar mis lulos y orear la tierra para que no se apelmace. Cada10 ó 15 días, dependiendo de cuantas veces yo la haya usado (no se la presto al Manchi), me cambia la arenit

De vidrios y cumpleaños

Entre ayer y hoy han pasado dos cosas importantes: la primera es que se olvidaron de mi cumpleaños y la segunda es que descubrí el “vidrio”. Lo del cumpleaños es porque ayer se suponía que yo cumplía un año, pero la Conqui se olvidó y ni “feliz cumpleaños” me dijo; obvio que no se acordó de mi regalo ni me cantó (por suerte, canta pésimo). Yo no recuerdo cuando nací, así que no sé que día es mi cumpleaños realmente, pero sí recuerdo que la primera vez que me llevaron al veterinario, mi doctora le dijo a la Conqui que yo debía tener unos 7 meses, así que sacaron las cuentas y decidieron que mi cumpleaños sería el 14 de febrero… ¡madre degenerada! ella fija la fecha de mi cumpleaños y se olvida ni bien llega la primera oportunidad de celebrarlo. El 13 en la noche me dormí ilusionada pensando en que me llegaría un ñam ñam rico de regalo al día siguiente, o un juguete nuevo, pero nada de nada.Ya verá, no le pienso traer ni una laucha de regalo cuando sea el cumpleaños de ella. Lo del vidri

Me hiceron lesa

Mis días se dividen en días que cazo pajaritos o que cazo ratoncitos, también puede ser que cace de los dos o que no cace nada. Hoy, fue día de cazar pajarito. Aproveché la mañana para salir de “compras”, y como siempre hace la Conqui cuando trae comida a la casa, para allá llevé mi compra. Sabía que cabía la posibilidad que me retaran como siempre que llego con un pájaro, pero soy una convencida que si persisto, algún día me dejará comérmelo dentro y capaz que hasta quiera probarlo y me ayude con las plumitas. Obviamente, eso no fue lo que pasó hoy día: se repelieron los gritos, los retos y el bla bla bla de siempre… ya ni la pesco, es como cuando ella pone la televisión muda para hablar por teléfono. Lo realmente fome, es que el pajarito fue más vivo que yo: cuando la Conqui me echó de la casa, me instalé en el felpudo de la entrada y lo solté pensando que ya estaba muerto… Estaba terminando de relamerme los bigotes de anticipación, lista para hincarle los dientes ¡y el pajarito sali

El Moscardón

Anoche el Manchi y yo nos fuimos de reto por parejo; eso sí, fue reto suavecito, nada para tomarse en serio. Resulta que ya habíamos apagado la luz y nos empezábamos a quedar dormidos cuando con el Manchi sentimos un ruido; altiro paramos las orejas y empezamos a buscar qué era, hasta que finalmente pillamos a un moscardón escondido detrás del palo de la escoba y nos fuimos a cazarlo. El bicharraco salió volando y nosotros de atrás; sin volar, obvio, porque los gatitos no volamos pero sí podemos correr fuerte y saltar, y eso fue lo que hicimos con el Manchi, pero con tan mala pata que terminamos arriba de la cabeza de la Conqui porque para allá partió el moscardón, y claro, apareció el monstruo que siempre aparece cuando la Conqui tiene sueño y nos retó por no dejarla dormir… injusta como siempre ¡nosotros estábamos haciendo nuestra pega! teníamos que pillar a esa cosa negra con alas antes de poder volver a descansar. El bicho volaba por todas partes, el Manchi se trep

Quemadura con mermelada

Ayer nos tocó temporal; eso es cuando cae mucha agua del cielo y el viento sopla tan fuerte que me despeino entera, además de caerse ramas de los árboles y que se corta la luz. Que se corte la luz no quiere decir que el sol se apague ¡nada que ver! quiere decir que las pelotias blancas que la Conqui tiene dentro de la casa y la ayudan a ver de noche, no se encienden, y eso pasó ayer en la casa por lo que ella prendió unas cosas redondas que se llaman velas y se prenden con fósforos. Las velas en su punta tienen una cosa brillante re linda que se llama “llama”… –¡llama llama! divertido eso de que una misma palabra pueda significar dos cosas diferentes–… bue, en lo que estaba: la llama es color naranja y amarillo, es re linda, el único problema es que al tratar de pillarla con mi manito me quemé: lección aprendida, la llama está hecha de fuego y quema. Nunca más voy a tratar de cazarla porque el fuego no se puede cazar: hace mucho daño cuando lo pillas, aunque no puedo dejar de pregunt

Hoy tenemos sueño los tres

Mala noche la de anoche, algo o alguien se dedicó a pasear por el techo de la cabaña y los tres nos develamos escuchando los pasos corriendo de un lado para otro. Y no, no era el viento (que sí hubo, y mucho) porque el viento tiene una armonía propia que lo hace inconfundible, y lo que el Manchi, la Conqui y yo escuchamos eran ruidos metálicos, como de uñas raspando la lata manteniendo un ritmo parejo que sonaba en estéreo sobre nuestras cabezas (definitivamente el tipo que nos molestaba  galopando en el techo, no era cojo, más bien parecía un enano bailando raspa). Tic tic tic… se sentía a cada rato, y los tres levantábamos nuestras cabezas y nos mirábamos con cara de ¿quién sale a ver que pasa? Al final, el elegido fue el Manchi quién no tuvo otra opción que asumir su rol de único hombre y a las 4 de la mañana la Conqui le abrió la puerta y él salió a investigar: desde ese momento dejaron de escucharse los tic tic tic del techo, y ella y yo pudimos dormir tranquilas hasta las 7 que

¡Pajarito patudo!

Comida nueva

Hoy nos vengamos de nuevo con el Manchi, aunque fue él quién partió todo porque a las 5 se puso a molestar y a la Conqui no le quedó más levantarse a echarlo, pero el flacuchento no tenía ganas de jarana si no que de molestar así que no pasaron ni diez minutos que se puso a maullar y a arañar para que le abrieran. La Conqui se hizo la loca hasta las 7 que fue mi turno de empezar el show: funcionó mejor porque ahí se levantó, abrió la puerta y se repitió el ceremonial mañanero de comida, agua, limpiar mi cantora y recién ahí, pensar en tomarse su jugo. Esta vez no se hizo el café si no que se volvió a la cama, y cómo se había puesto a llover nos acostamos con ella los dos felices con la guatita llena. Fue una mañana de relajo. Lo más entretenido de hoy, es que por primera vez comí una cosa que se llama pollo ¡rico! la Conqui me explicó que era parecido a los pajaritos pero mucho MUCHO más grande. Eso sí, este venía pilucho y sin cabeza y estaba calentito porque estaba cocinado. Cómo ell

Noche de venganza

Dicho y hecho: por lo bruja que fue ayer, hoy la Conqui fue castigada y con el Manchi la despertamos a las 6 y media ¡pa’ que aprenda! Después de que ayer me retó por la laucha y el pajarito, y despreció mi ayuda con la leña, quedé picada, así que en venganza me puse de acuerdo con el Manchi y anoche la dejamos dormir re poco. Primero, salimos a pasear los dos y llegamos tarde: yo a las 11:15 y el Manchi a las 12:00, justo justo cuando la Conqui había apagado la luz y entraba en el primer sueño. Nos aprovechamos que, como anoche él había dormido afuera, ella estaba con remordimiento de conciencia por no haberle abierto la puerta, así que cuando lo escuchó maullar se levantó a abrirle y darle comida. Entre pitos y flautas ya eran casi la una cuando volvió a quedarse dormida, pero le duró poco: yo me puse a cazar musarañas y “tuve” que pasar por arriba de su cabeza; eso fue como a las 3 de la mañana. A las 6 y media fue el turno del Manchi que se puso a jugar con las cosas del velador mi

Hoy pasó de todo

Hoy ha sido un buen día, sobre todo porque ayudé con la leña, cacé una laucha y rematé con un pajarito; además, anoche de nuevo dormimos solas con la Conqui así que me regalonearon harto ¿qué mejor? Lo de dormir solas, fue porque el Manchi no llegó; en algo debe andar porque tampoco se puso a maullar en la puerta como otras noches, y hoy en la mañana, cuando la Conqui abrió, apareció un buen rato después en vez de estar sentado en el felpudo esperando que le abrieran como las otras veces… ya voy a pillar en que anda. La leña llegó a la hora de almuerzo, justo cuando yo estaba pidiendo mis crunchi crunchi, así que no me quedó más que salir a ayudar para que la Conqui terminara rápido y me diera de comer. Le trajeron haaaaaartos palos para la estufa. Hicimos muchos viajes acarreándolos desde dónde se los dejaron, hasta la casa. Ella llevaba los palos en brazos y yo caminaba a su lado; a veces me frotaba en sus piernas para que supiera que yo estaba ahí, pero la malagradecida me retaba di

¡Mentira!

Juegos nocturnos

El Manchi se las está buscando, anoche de nuevo se quedó afuera. Llegó antes de que la Conqui cerrara la puerta, todo bien y de acuerdo a las reglas; comió unos pocos crunchi crunchi y se puso a molestar trepándose a la cómoda y empezando a empujar cosas con su mano, y así es como siempre empieza cada vez que ha roto algo. La Conqui lo retó un par de veces, trató de hacerle entender de buena manera que no hiciera eso, y lo puso en el suelo en más de una oportunidad. Casi casi que la vieja estaba zen, pero el flacuchento no quiso entender y lo agarraron al vuelo cuando iba saltando a la cómoda por décimoquinta vez y... ¡puerta para el caballero! Nuevamente pasé la noche como hija única. Cuando vi que echaban al Manchi corrí a comerme las galletitas que quedaban en su plato, pero la Conqui fue bien rápida y no había alcanzado a zamparme ni tres cuando llegó a sacarme el platito… ¡mala! De ahí, me fui corriendo a tenderme en la almohada y puse mi mejor cara de “¿juguemos?”, y debe haber f

Seguimos con la dieta

Pocos ratoncitos, pajaritos y maldades por estos días. Debe ser que andamos cómo el clima: medio nublados. En las mañanas ya está haciendo más frío y oscureciendo más tarde, pero eso al Manchi le da igual y se pone a molestar antes de las 7; por mucho que la Conqui lo amenace con las penas del infierno, el weón no atina. Es un malcriado que hace lo que le da la gana: anoche salió y a las 11 no había vuelto, se cerró la puerta como son las reglas y ya nos íbamos a quedar dormidas cuando ¡zas! ahí estaba él arañando y saltando para que le abrieran; y no es na’ que sólo pida que le abran, si no que también se pone a exigir crunchi crunchi, y claro, cómo es flacuchento, a la Conqui le da pena y le pone sus galletitas, y más encima se queda parada al lado de su platito como paco de punta para que yo no me las robe porque me tienen a dieta. Es una lata eso de la “dieta” porque no me dejan comer todo lo que quiero; la Conqui no entiende que lo mío no es glotonería si no que precaución. De

Ella anda cabreada

Mi mamá anda cabreada porque aún no le pagan, y si ella anda cabreada, yo también: hay que solidarizar siempre con la mamá. La Conqui lo dijo esta mañana cuando el flacuchento se puso a molestar:  “Manchi, hoy no que ando cabreada”, y después las emprendió conmigo cuando me quise robar los crunchi crunchi que él no se comió “Melí, no seas guatona, ya pareces botijo y la comida debe durar mira que aún no me pagan” y me escondió el platito… ¡Injusta! hay gatitos que se mueren de hambre y yo podría comer en su nombre ¡y no me deja! ¿no entiende que yo lo hago por solidaridad? Claro que ella y yo tenemos diferentes conceptos sobre el significado de la palabra: la Conqui piensa que yo debería comer menos por solidaridad con lo que no tienen crunchi crunchi, y yo encuentro que debo comer más justamente por ellos. Lo que no entiendo mucho es la relación entre que le paguen y mis crunchi crunchi. Yo sé que ella trabaja, y por lo que he escuchado, se supone que cuando uno trabaja le pagan.

¡Claro que los gatos somos mejores!

Uno que durmió afuera

Anoche me quedé de hija única, y tuve a la Conqui sólo para mí así que pude dormir en el hueco de su brazo sin preocuparme que el Manchi llegara a sentarse encima mío. Yo no sé que obsesión tiene el flacuchento ese que apenas ve a la Conqui regaloneándome, llega a molestar. Siempre que ella me toma en brazos y se acuesta conmigo, no pasan ni cinco minutos que aparece el otro y se instala al lado mío y pone su poto en mi cara para quedar más arriba que yo ¡y eso me carga! no tengo porqué aguantar su trasero cerca de mi nariz. Yo le pego unos zarpazos disimulados para que la Conqui no empiece con sus “Melí no molestes al Manchi”, pero en esas circunstancias generalmente es él quién sale ganando y se queda durmiendo arriba de ella mientras yo parto a acurrucarme entre sus piernas (igual es rico porque me hago pelotita y quedo como en un nido, abrigada por todas partes). Esa manía del Manchi de querer estar encima de la Conqui "justo" cuando es mi turno de regaloneo me da rabia,

Los días de la semana

Anda rara la Conqui hoy día, tal vez sea porque con el Manchi nos pusimos a molestar temprano en la mañana, aunque fue él quién empezó porque se puso a cargosear poco antes de las 7, y ella se levantó de un salto diciendo “¡hoy es domingo!” y sin pensarlo dos veces ¡zas! puerta afuera. Ahí yo caché que la misia andaba poco tolerante… ¿sería porque es domingo y los domingos le gusta dormir hasta tarde? La verdad es que con el Manchi aún no tenemos muy claro eso de los días de la semana y para nosotros un día es tan bueno como el otro sin importar como se llame… Harto raros los humanos ¿para qué servirá ponerle nombre a los días? yo nunca sé si es lunes, jueves o domingo, sólo sé que quiero mis crunchi crunchi y agua fresca todas las mañanas, quiero que la Conqui me regaloneé, me rasque debajo del cuello y juegue conmigo. Si puedo conseguirme un ratón, ese será el día del ratón, y si me consigo un pajarito, será el día del pajarito, y si aprendo a maullar, será el día en que aprendí a ma

Pajarito pajarón y la bruja

Hoy se suponía que iba a ser un día tranquilo, de ocio, relajado, sin peleas o retos. Yo tenía toda la intención de portarme bien y no molestar al Manchi, pero el flacuchento se las busca… Después de almuerzo la Conqui se acostó en su cama a leer y nosotros la acompañamos. El Manchi, que es catete, se quiso poner sobre su guata pero ella lo sacó y lo puso al lado; yo me quedé tranquila cerca de sus rodillas. Estábamos de lo más bien hasta que un pajarito tuvo la mala idea (para él) de meterse a la casa, y ahí empezó el drama. El primero en darse cuenta que algo pasaba, fue el Manchi, altiro levantó su cabeza y empezó a mover las orejas; yo lo imité aunque sin saber muy bien porqué, y la Conqui bajó su libro para ver qué estaba pasando cuando sintió que los dos nos habíamos despertado. No pasaron ni dos minutos que los tres vimos al pajarito parado en una viga, y reaccionamos de diferentes formas: yo me fui a sentar en mi rincón del mesón, el Manchi se puso a tratar de cazarlo, y la Con

La mantita es mía

Para variar, hoy tuve un entredicho con el Manchi; esta vez discutimos por el chaleco que la Conqui me regaló y que yo uso de cama durante el día para dormir mis siestas. A decir verdad, tengo dos “mantitas”; la primera, fue un chaleco negro que la Conqui puso arriba del mesón cuando recién llegué y yo me arrinconé ahí porque me sentía más segura: estaba con la espalda cubierta por la pared del closet, tenía vista para todas partes y varias vías de escape en caso que el gato flacuchento que me recibió quisiera pegarme (el flacuchento es el Manchi). El chaleco negro era mi mantita “oficial” hasta que el Manchi se puso celoso y empezó a quitármela, ahí la Conqui escarbó en su closet y sacó un chal rojo bien bonito y me lo regaló. Para evitar peleas, el chaleco negro lo puso en el hueco de la ventana y el chal rojo (harto más decorativo) lo dejó arriba del mesón. Así, pasamos varias semanas con el Manchi durmiendo en el hueco de la ventana, y yo sobre el mesón. Después quise recuperar mi