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Ahí terminan los pajaritos

¡Ya descubrí qué hace la Conqui con las pajaritos! ¡¿cómo fuí tan tonta para creer que me los quitaba para “salvarlos”?! es mala… ¡mucho muy mala! satánica… ¡perversa!

Hoy en la mañana fue día de aseo y cambio de sábanas. De puro buena que soy me puse a ayudar a la Conqui con lo del cambio de sábanas, mal que mal yo también las uso y me pareció que ayudarla era lo más justo; mientras ella sacaba las sucias, yo saltaba arriba de las limpias, todo bien hasta que llegamos a la parte de sacar el plumón de su funda para ponerlo en la nueva, y ahí descubrí el macabro secreto de dónde terminaban los pajaritos que yo cazaba y ella me quitaba: los usa para su plumón!!!! me di cuenta al ver como volaban las plumitas por toda la cabaña. Ahora entiendo que eso del reí ki es un truco, y que cuando yo veo a los pajaritos salir volando de sus manos debe usar algún video para engañarme, porque yo vi como su plumón está lleno de plumas, y si no son de los pajaritos que yo cazo ¿de dónde vinieron? ¡Mala!

Está bien que ella use las plumitas para dormir calentita, a mi también me gusta, pero por último que me devuelva los pajaritos piluchos para comérmelos!!! Total, las plumas no son ricas y es más las cosquillas que me hacen al tragarlas ¿pero la carnecita? esa me la debería dar ¿qué le cuesta? Además, sería harto más fácil y sincero que me dijera “Melí, te empilucho el pajarito y te lo devuelvo, quiero las plumas para abrigarme”, en vez de hacer la parada de “¡pobres pajaritos!” y hacerme sentir una asesina por cazarlos. Para que vean como son los humanos… ¡mentirosos! Lo más increíble es lo bien montado que tiene todo el engranaje “plumífero” porque nunca en estos seis meses viviendo juntas, me había dado cuenta que le saca la ropa a las pajaritos para usarlos en su cama… mala.

En todo caso, lo que tiene de mala lo tiene de inteligente porque ¡pucha que se duerme rico en las plumitas! cuando yo me acuesto en el plumón, me hundo y quedo como en un nido calentito, perfecto para dormir rico, sobre todo ahora que empieza a hacer más frío: me doy una vuelta para acá, otra para allá, me hago pelotita y me tapo la cara con una mano para que la luz no me molesta y duermo rico.

Como sea: me da lo mismo lo que la Conqui haga con las plumas de los pajaritos, lo que me parece injusto es que me llame asesina cada vez que llego con uno a la casa, y me los quite con esa excusa para terminar usándolos ella en su plumón ¡nada que ver!

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