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A dieta

Algo tengo que cada vez que puedo como, y según mi doctora estoy un poco gordita así que la Conqui me puso a régimen. No tengo ni idea que significa eso, sólo tengo claro que desde hace varios días me está dando mis galletitas contadas, y ya no me las deja a libre disposición cómo cuando recién me encontró.

Según la Conqui, como tanto por ansiedad; ella cree que tengo miedo de volver a pasar hambre y que por eso cada vez que veo una galletita me la zampo, por si acaso… Tal vez ella tiene razón, no lo sé, pero una cosa tengo clara: no me gusta estar a “régimen” así que me las tengo que arreglar por mi cuenta.

Tengo suerte: con el Manchi aprendí a cazar y tengo un jardín grande lleno de pajaritos y ratoncitos. Los pajaritos me gustan mucho, cada vez que agarro uno me lo como porque no lo puedo soltar; es obvio, si lo hago sale volando y nunca más lo agarro. Es lo que le pasó al Manchi hoy día; aunque yo no lo vi, la Conqui me contó que cuando fue a sacar la basura lo pilló chanchito con un pájaro en la boca, el Manchi se distrajo al verla, quiso maullar, y su tentempié salió volando: él se quedó con las ganas de comer y la Conqui con ataque de risa al ver su cara de “¿para dónde voló mi almuerzo?”. Debe haber sido un golpe duro para su ego, a nadie le gusta que se rían de sus errores ¡y mucho menos en su cara!

Eso me recuerda que estoy molesta con la Conqui, el otro día cacé un pajarito y me lo quise ir a comer a la casa, pero cuando ella me vio entrar con mi almuerzo en la boca me retó y me mandó para afuera. Lo encontré súper injusto: ella siempre llega con bolsas de comida que se come dentro de la casa, sentada en la mesa, así que no entiendo porque yo no puedo hacer lo mismo con mi comida...

(Comiendo mi pajarito afuera de la casa)

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