Lo confieso: he estado ociosa los últimos días, pero tengo una excusa muy buena, y es que… naaaaa, no tengo excusa posible; me podría inventar alguna, pero si algo me ha enseñado mi mamá es que mentir es malo y que uno siempre debe asumir la consecuencia de sus actos, sobre todo cuando ha metido la pata, y ella sí que sabe de meter la pata ¡si yo les contara! ¿Saben cuál fue la última? ¡Ponerle demasiado peperoncciono a la carbonada! Vieran como tosía mi abuela cuando la probó por primera vez… ¡Cof! ¡Cof! ¡Cof! hacía la pobre vieja mientras los ojitos se le ponían brillantes tratando de retar a mi mamá por lo picante de la comida. Cómo sería el escándalo que yo estaba en el cerro e igual escuché todo el barullo y volví corriendo a la casa para ver que estaba pasando y si podía ayudar en algo, no sé, tal vez haciéndole la maniobra de Heimlich a la veterana ¡y no se rían! es tan flaquita la señora que estoy segura que si agarro vuelo y salto sobre sus pulmones, cualquier cosa que estuviera atorada en su garganta saldría volando. Eso sí, con mi mamá la cosa sería distinta porque ella es haaarto más grande que mi abuela, y no sé si yo tendría tanta fuerza como para causarle el mismo efecto de fuelle mmm voy a tener que decirle que practiquemos a ver si resulta
Y ya que me puse a hablar de salvar vidas humanas con la maniobra de Heimlich, voy a decirles que también sirve para salvar la vida de los gatitos, pero como yo no soy veterinaria y mucho menos doctora, prefiero dejar que otros expliquen como se hace correctamente, porque cuándo hay que ponerse serios ¡yo soy muy seria!
Humanos:
- Primero pregunte: ¿Se está asfixiando? ¿Puede hablar? NO aplique primeros auxilios si la persona está tosiendo con fuerza y puede hablar, ya que una tos fuerte puede desalojar el objeto.
- Párese detrás de la persona y rodéela con los brazos por la cintura.
- Forme un puño con una mano y coloque el puño por el lado del pulgar justo encima del ombligo de la persona, bien por debajo del esternón.
- Agarre el puño con la otra mano.
- Realice compresiones rápidas hacia arriba y hacia adentro con el puño.
- Continúe con dichas compresiones hasta que el objeto salga o la víctima pierda el conocimiento.
Gatos:
La maniobra de Heimlich en los gatos es un arma de doble filo ya que si bien puede salvarnos la vida, también puede causarnos graves lesiones, así úsenla solamente si han sido testigos de que el gato se ha tragado algún objeto extraño y corre peligro de asfixia:
La maniobra de Heimlich en los gatos es un arma de doble filo ya que si bien puede salvarnos la vida, también puede causarnos graves lesiones, así úsenla solamente si han sido testigos de que el gato se ha tragado algún objeto extraño y corre peligro de asfixia:
- Si el gato lleva collar, quíteselo
- Ábrale la boca e inspeccione su garganta (fig. A). Si puede ver el objeto que causa la obstrucción, y si el gato se lo permite, extráigalo (fig. B). No trate de sacar el objeto a menos que lo pueda ver. Los gatos tienen pequeños huesos en la base de la lengua que pueden ser confundidos con huesos de pollo.
- Agarre al gato por los cuartos traseros y levántelo, con la cabeza hacia abajo (fig. C): Esto a veces es suficiente para extraer el cuerpo extraño.
- Como una alternativa al paso 3, dele una súbita palmada entre los hombros (fig. D). Si ninguno de estos pasos deja libre la vía respiratoria, deberá llevar a cabo la maniobra Heimlich (fig. E).
- Agarrando al felino por la cintura, apriételo contra su cuerpo, como si le diera un fuerte abrazo. Coloque un puño justo por debajo de las costillas.
- Apriete el abdomen rápida y fuertemente con el puño de tres a cinco veces.
- Examine la garganta para comprobar si ha salido el objeto. Si no ha tenido éxito, repita la operación.
- Atención: Aunque esta técnica tenga mucho éxito, sigue siendo necesario llevar al gato al veterinario, ya que la maniobra de Heimlich, por sí sola, puede causar daños internos.
(Información y foto sacados del libro “Gatos, manual de usuario”)
Por cierto, como los gatos siempre estamos escuchando detrás de las puertas y nos enteramos de todo, por ahí supe que el doctor Heimlich (y por quién la maniobra esta de las narices se llama así) no sería el verdadero creador del procedimiento, si no que otro doctor llamado Edward A. Patrick del que con suerte se acuerda su mamá, pero eso ya son chismes de gatos. Lo que no son chismes, es que Heimlich se dedicó a hacer experimentos con humanos escandalizando a muchos, pero no a mí ya que me parece de lo más justo que hagan con los humanos lo mismo que hacen con los animalitos, así van a saber lo que se siente cuando prueban cosas raras en uno. Digo ¿hasta cuándo van a hacer experimentos sólo con nosotros? Lo lógico es que si esas ¿investigaciones? son para inventar remedios que usaran los humanos, hagan las pruebas con humanos y a nosotros, inocentes animalitos ¡déjennos tranquilos!