Ayer no escribí porque me arranqué por la puerta de calle justo cuando la Conqui venía llegando de la oficina, y en castigo me dejó sin computador… ¡bruja! sobre todo porque yo quería reclamar contra la gente –en este caso perrita– maleducada que no da las gracias cuando se les manda un regalo… Resulta que el sábado mi mamá fue al supermercado y yo le encargué unas galletas de Princesa para mandarle de regalo a la Mila, pero hasta ahora no me ha llamado o mandado un mail para agradecer o decir que las recibió que más no sea, entonces me pregunto yo ¿habrá encontrado muy rasca el regalo? digo, la familia de la Mila es gente que tiene platita para comprarle el ñam ñam que quiera, y tal vez por eso despreció mi regalo por mucho que haya salido una princesa en el paquete; la otra posibilidad es que a la Patty (que era quién debía llevárselas) le haya dado hambre en el camino y ¡zas! que se las comió en la cola de algún peaje y yo estoy pensando mal de la Border cuando la culpa es de su h
(Diario de una gata)