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Mostrando entradas de julio, 2013

Siempre hay que agradecer

Ayer no escribí porque me arranqué por la puerta de calle justo cuando la Conqui venía llegando de la oficina, y en castigo me dejó sin computador… ¡bruja! sobre todo porque yo quería reclamar contra la gente –en este caso perrita– maleducada que no da las gracias cuando se les manda un regalo… Resulta que el sábado mi mamá fue al supermercado y yo le encargué unas galletas de Princesa para mandarle de regalo a la Mila, pero hasta ahora no me ha llamado o mandado un mail para agradecer o decir que las recibió que más no sea, entonces me pregunto yo ¿habrá encontrado muy rasca el regalo? digo, la familia de la Mila es gente que tiene platita para comprarle el ñam ñam que quiera, y tal vez por eso despreció mi regalo por mucho que haya salido una princesa en el paquete; la otra posibilidad es que a la Patty (que era quién debía llevárselas) le haya dado hambre en el camino y ¡zas! que se las comió en la cola de algún peaje y yo estoy pensando mal de la Border cuando la culpa es de su h

Fin de semana

Fin de semana agitado por decir lo menos. Confieso que algo me había pistado luego de la hiperquinesis de mi mamá el día viernes al llegar de la oficina, está visto que se preparaba para lo que se venía. El sábado antes del medio día, justo cuando estábamos regaloneando de lo mejor las dos flojeando metidas en la cama ¡zas! que llegó la Patty que es la hermana humana de la Mila, por lo que también vendría a ser mi prima según me dijo la Conqui. Linda la Patty, aunque no me trajo regalo. me tinca que debe tener 18 años igual que mi mamá –o mi mamá la misma edad de ella– porque llegó manejando su auto solita, así que debe ser que tiene carnet de manejar, y mi mamá dice que los que manejan solitos es porque tienen carnet y para que te lo den debes tener 18 años y saber manejar. Eso me lo comió un día que me le pedí que me enseñara a manejar a mi, pero me dijo que no porque todavía era chica, y que cuando tuviera edad suficiente para sacar el carnet me enseñaba. Parece que todos los q

Para la Mila

  Pucha, pobre Mila, después de ver este video me queda claro que lo de ella es inteligencia mal aprovechada...

¡No quiero hacer aseo!

Como todos los viernes, hoy mi mamá llegó más temprano de la oficina. Yo la estaba esperando ansiosa en la terraza de la abuela, y apenas vi aparecer su auto en la curva me puse a maullar dándole la bienvenida. Apenas me ció, ella bajó la ventana del auto para saludarme y tirarme besos, y yo bajé corriendo la escalera para esperarla en la puerta ¡me aprontaba a regalonear y jugar con ella todo el esto de la tarde ¿pero saben qué? ¡me salió el tiro por la culata! Me tinca que en alguna parte comió hierba gatera porque llegó súper acelerada y apenas entró a la casa se sacó la ropa de oficina, se puso buzo y empezó a traquetear de un lado a otro: cargó la ropa en la lavadora, preparó almuerzo, lavó platos, vació lavadora, pasó aspiradora, limpió el baño, hizo el aseo de su pieza, lavó y cambió la arena de mi cantorito ¡y no jugó conmigo! Yo me enojé y en vez de ayudarla como hago siempre, me fui a dormir sobre la calefacción del living y no me moví de ahí hasta que terminó de hacer ruido

Eso no se hace

Ayer fue un día especial porque estuvo de cumpleaños mi abuela, y debo decir que entre ella y mi mamá me hicieron una bien fea. Resulta que con la Conqui nos levantamos un poco más temprano de lo habitual para prepararle el desayuno a la viejuja con jugo de naranjas recién exprimido y todo; yo estaba feliz porque me sentía absolutamente integrada a la celebración, mas aun cuando mi abuela entró a la cocina y me agarró a besos en vez de retarme al verme sentada arriba de la mesa junto a sus regalos (yo le compré calzones), esperándola para maullarle feliz cumpleaños y frotar mi cabecita contra la de ella a modo de felicitación. Todo bien hasta ahí, el problema vino después ya que antes de irse a la oficina, mi mamá me encargó especialmente que cuidara y acompañara a la veterana para que no estuviera sola el día de su cumpleaños, y así lo hice hasta la hora de almuerzo en que ella agarró puerta y desapareció… ¿saben qué pasó? se fue a seguir la celebración con mi mamá, las dos solas ¡y

Hoy es un día muy especial

¿Fin de la huelga?

¡Uf! pasa rápido el tiempo, una semana desde que me declaré en huelga y acá estamos de vuelta sin haber ganado nada, sólo reprimendas de que soy una floja que no escribe y que me debería dar vergüenza dejar esperando a mi fan club y bla bla bla Como será que hoy me salieron que más de una semana no era huelga si no que deserción; obviamente tuve que preguntarle a mi mamá que significaba eso de “deserción” y debo decir que no me gustó para nada lo que salía en el diccionario de la Real Academia Española de la lengua porque decía que deserción era el acto de desertar, y desertar era hacer abandono de las obligaciones o ideales. Lo de las obligaciones lo podría dejar pasar ¡pero jamás lo de los ideales! yo siempre seré una fanática cazadora de ratoncitos y pajaritos por más que mi abuela pretenda inhibir mis instintos al extremo de ni siquiera dejarme jugar con una lagartija miserable ¿saben la última excusa que usó para convencer a mi mamá de que tampoco me dejara cazar lagartijas? ¡le d

Huelga o rebeldía

El 1 de enero decidí empezar este blog y me comprometí a escribir todos los días algo; en la medida de lo posible he mantenido esa promesa pero ¿saben qué? por cumplir con lo prometido siento que hay días en que me pongo muy fome porque no todos los días tengo las mismas ganas de escribir, y eso se nota. No sé ustedes, pero yo creo que no hay peor castigo para un lector que leer a una gata aburrida que teclea una letra junto a la otra por el mero hecho de que debe hacerlo aunque no tenga las ganas ni el ánimo ¿El tema? el tema es lo de menos porque si se tienen las ganas y el ánimo siempre se podrá hacer una buena historia, así sea la de una hormiga caminando con una miguita de pan sobre su espalda, y si no que le pregunten a ese griego llamado Esopo que hasta el día de hoy es famoso por su fábula dónde la hormiga trabajadora dialoga con una cigarra ociosa ¿qué por qué les cuento esto? porque hoy no tengo ganas de escribir, porque de un tiempo a esta parte es un parto pedirle a mi mam

Cosas raras

Me gustan los días con sol rico porque aquí en la casa me dejan todas ventanas y puertas (menos la de la calle) abiertas y yo puedo entrar y salir a mi antojo y no tengo que andar poniéndole caritas a nadie para que por favor me abra la puerta. No sé a ustedes, pero a mi me carga eso de tener que andar pidiendo favores porque después hay que pagarlos y vaya a saber una con que idea disparatada me salen después, y calo, como estoy en deuda no puedo decir que no ¿se imaginan que cazo un ratón y me lo pidan a cambio de abrirme una puerta? ¡me muero! por mucho que deba el favor, no sé si pagaría entregando mi laucha recién cazada a cambio. Pero bue, por suerte eso no me ha pasado y la Conqui y mi abuela lo único que me piden a cambio de todas las aperturas de puerta para que yo pueda circular entre adentro y afuera, es que trate de obedecer cuando me llaman o piden algo. Y digo “tratar” porque ellas son tan lindas que saben que no está en mi naturaleza ser obediente, por algo soy gatito y

Sábado: mi nuevo día preferido

Si antes los lunes eran mi día preferido de la semana, desde ahora serán los sábados  porque puedo pasar todo el día con mi mamá ¡he dicho! Hoy lo pasamos bomba juntas todo el día con la Conqui. Para empezar dormimos hasta tarde y desayunamos con toda la calma del mundo, aunque debo precisar que mi mamá durmió más que yo así que tuve que despertarla saltando arriba de su guata; de primeras, como que se hizo la lesa y se tapó más con las sábanas, pero cuando froté mi cabecita contra su mano no le quedó más opción que hacerme cariño, darme hartos besos y levantarse para bajar a tomar desayuno con huevitos revueltos ¡ñam ñam! Cuando llegamos a la cocina mi abuela ya estaba ahí, y como no tenía nada mejor que hacer se dedicó a reírse de nosotras mientras la Conqui preparaba nuestro desayuno. Sí, “nuestro” porque las dos comimos huevitos así que yo la ayudé a prepararlo: mientras mi mamá iba de aquí para allá y revolvía la paila con los huevos, yo me senté en una esquina de la mesa y no

Conexión felina

Como hoy es viernes me declaro en huelga y no escribo ni una w*** (puse estrellitas porque es una palabra muy fea la que iba a decir y preferí censurarme yo antes que mi mamá me retara), a cambio les dejo un video muy MUY entretenido, que cuenta la historia de la relación entre los humanos y los gatitos en poco más de 45 minutos cada uno de los cuales vale su peso en oro: Para los flojos dejo la versión "corta" de casi 12 minutos:

Paseo al sol

Hoy fue un día esplendoroso, soleado, brillante, rico ¡lo pasé chancho guata al sol! En la mañana despaché a mi mamá para la oficina y me fui a ayudar a mi abuela a hacer la cama ¿y saben qué? mi buena obra fue premiada con pedacitos de pollo a la hora de almuerzo ¡ñam ñam! pero que mi mamá no sepa porque si no va a retar a la viejuja por darme comida extra ¿no ven que se supone que sigo a dieta? pero digo yo, un poco de pajarito extra large no le hace daño a nadie ¿verdad? que la Conqui no sea vieja mañosa y me deje golosear un poco que más no sea. Yo sé que le reclama a mi abuela cuando ella me da comida “extra” porque la he escuchado cuando habla con ella y le dice “usted se ríe de la Melí por gordita, y después es la primera en darle comida a escondidas ¿como pretende que baje de peso así? dele lo que quiera, pero que yo no vuelva a oír que se burle de ella y tampoco quiero que la molesta por su agilidad cada vez que sube o baja de su árbol”… Linda mi mamá, porque debo decir que en

Mis uñas no se tocan

Comparado con todo el ajetreo de las visitas de ayer, hoy día estuvo tranquila la cosa aquí en la casa. En la mañana nos levantamos temprano con mi mamá, hicimos algunas cosas juntas y de ahí cada una empezó su día: ella partió a la oficina y yo a molestar a mi abuela, aunque lo que realmente hago es entrenarla para que no se ponga vieja gagá. ¿No me creen? bue, déjenme que les cuente sólo uno de los “ejercicios” –como me gusta llamarlos a mi– que le hago: cada vez que la noto distraída me cruzo en su camino sorpresivamente para que mantenga los reflejos bien aceitados ¿se dan cuenta? de esa manera logro que siempre esté despierta y con reacciones rápidas, cosa que cuando salga en el auto sus reflejos sean impecables y sepa reaccionar ante cualquier tipo de imprevisto (gatitos cruzando la calle sorpresivamente y niños corriendo detrás de una pelota incluidos). Lo sé, soy una buena nieta que se preocupa por su abuelita ¿pero saben qué? no me pagan con la misma moneda… Hoy en la mañana

2 tipos de visita

Tarde intensa la de hoy día, tan intensa que tuve dos tipos de visitas: las deseables y las indeseables. Tengo claro que eso de indeseables suena un poco fuerte, pero hoy a algunas se les pasó la mano,  aunque en vez de acusarlas tal vez debería aprender de mi mamá: ella siempre dice que hay que ser tolerante y muy paciente con los que son menos inteligentes que uno, y quererlos por sobre todas las cosas… bue, al menos en lo de querer yo estoy bien porque las quiero mucho, aunque hoy ande un poco justa de paciencia por todas las maldades que hicieron... Después de almuerzo llegó mi tía con las niñitas y la Mila (sí, la border borde), y además de llegar con perra vestida con capita de princesa que yo no tengo –y tampoco quiero– se aprovecharon que yo soy chica y la Conqui no estaba en la casa para ignorarme y hacer maldades en la pieza ¡y eso no se hace! Aprovecharse de una gatita sola, sin su mamá, es abuso infantil ¿porque no hacen las mismas tonteras cuando está mi mamá? seguro que

Pechuga de pollo

Empiezo a descubrir que esto de quedarse con la abuelita durante el día tiene sus ventajas; por ejemplo hoy día me tocó una cosa rica ¡rica! en vez de los típicos crunchi crunchis que mi mamá me da desde que empezó con eso de que debo bajar de peso porque mi abuela me dio filete de pollo. El pollo es un pajarito tan grande que alcanza para que coman varias personas o gatitos; por su porte es difícil que yo lo pueda cazar algún día, así que cuando quiero comer pollo debo esperar a que mi mamá o mi abuela lo compren en el supermercado, y cuando pasa eso hay dos posibilidades: que me conviden un pedacito o que yo me sirva solita. La primera opción es la que menos problemas me trae aunque también es la menos emocionante ya que al ser comida “oficial” no conlleva la adrenalina de la cacería, aunque a cambio tiene la ventaja de que puedo comer sin apuro ya que no corro el riesgo de ser sorprendida; con la segunda opción, corro el riesgo de ser sorprendida y tener que soportar algunos retos,

Invasión: una imagen (o varias) vale más que mil palabras

Entre esta foto y la siguiente pasaron muchas cosas, pero por respeto a los menores y todos aquellos a quiénes la violencia les causa insomnio, las omitiremos. Ya de vuelta a casa con el deber cumplido y los límites bien claros ¡el árbol es mio!

¡Quiero a mi mamá!

Seré sincera: estoy cansada y con ganas de regalonear con mi mamá en vez de estar aquí sentada tecleando con mis uñitas cada letra, pero si no escribo nada van a llamar a la Conqui para acusarme “oye, la Melí no subió nada hoy día ¡es una floja!”, y yo nunca he sido una floja, mucho menos ahora que debo cuidar a mi abuela todo el día, y créanme ¡es agotador porque la vieja es hiperquinética! Linda la palabra, la aprendí de mi mamá que siempre reclama contra ella diciendo “¡estese tranquila un rato que más no sea vieja hiperquinética!”, y se usa para referirse a quienes son hiperactivos, especialmente en niños… Ahora que lo pienso ¿será por eso que dicen que los niños y viejos son iguales? Volviendo a lo de ser floja y mis pocas ganas de escribir, les voy a contar como estuvo mi día hoy para que vean que soy gatita trabajadora: yo ya estaba desayunando con la Conqui a las siete de la mañana, después subimos a hacer la cama (ella estiró las sábanas y yo salté arriba de ellas para co

Nueva rutina

Escribo bien apurada porque ya son más de las siete y media y aún me quedan cosas por hacer ¿la más importante? ¡jugar con mi mamá! Tengo que acostumbrarme a este nuevo ritmo de vida dónde paso casi todo el día solita con mi abuela y a la Conqui la veo en las tardes, cuando vuelve del trabajo. Ya sé que es lo normal, pero igual la echo de menos, supongo que con el correr de los días me acostumbraré. Al menos hoy vino a almorzar, aunque fue corriendo corriendo y más bien engulló el plato de lentejas y después volvió a salir soplada; eso sí ¡tuvimos tiempo de jugar un ratito! Yo estaba en el jardín y ella llegó a acompañarme, y como me vio con cara de “¿juguemos?” tomó un palito y yo me dediqué a perseguirlo por todo el jardín… Sí, ya sé que con ese tipo de comportamientos no luzco muy fiera, según mi abuela soy una inocente, pero ¿porque renegar de las cosas entretenidas de esta vida? si me gusta perseguir palitos o cualquier cosa que se mueva y pasar un buen rato jugando con mi mamá,

A solas con mi abuela

Hoy pasé el día solita porque mi mamá salió temprano en la mañana y volvió a la casa recién pasadas las seis de la tarde, aunque exagero un poco con eso de haber estado solita porque me quedé con mi abuela, y debo decir que se portó bastante bien conmigo, mucho mejor de lo que me habría esperado ¿y saben qué? más vale que nos empecemos a llevar bien ella y yo porque desde mañana vamos a pasar harto rato solas las dos porque mi mamá va a empezar a trabajar fuera de la casa ¡qué fome! me gustaba tenerle todo el día disponible para mí,  aunque no me hiciera caso porque estaba metida en el computador, yo podía dormir hecha pelotita a su lado mientras ella trabajaba. Bue, lo bueno si breve dos veces bueno dicen. Tendré que hacerme “amiga” de la veterana. Hoy la cosa no estuvo tan mal entre mi abuela y yo, quedando el marcador de trastadas mutuas empatado a uno. El primer tanto lo anotó ella al dejarme encerrada en su armario: antes de las 9 de la mañana yo figuraba metida entre sus zap

Regalona ¡regalona!

Confieso que llevo varios días regalona en extremo con mi mamá, como si me hubiera bajado un ataque de amor extremo hacia ella que empezó el viernes en la noche cuando volvimos a dormir en su pieza de siempre; yo hice amago de no querer dormir con ella por lo del fantasma de la Carlota, pero me salió el tiro por la culata porque se puso firme y no dejó que me fuera cuando quise irme: con una mano me sujetó firme por el lomo mientras con la otra me acariciaba las orejitas y mi cuello. Estuvimos así un buen rato (por lo menos 20 minutos) hasta que yo me empecé a relajar y me soltó, ahí yo salté cama abajo con cara de “a mi nadie me da órdenes”, pero más que nada fue por salvaguardar mi dignidad de gata independiente. Bajé a comer unos pocos crunchi crunchis y al volver me acosté en el pasillo; estuve meditando un rato sobre fantasmas y musarañas decidiendo que me importaba más dormir con mi mamá que seguir atemorizada por cosas que sólo yo veía: echaba de menos la cama y las caricias de

Mi domingo

¿Cómo estuvo su domingo? ¡el mío estuvo de pelos! Eso “de pelos” lo dice un niñito amarillo que sale en la televisión, su mamá tiene el pelo azul y su papá una tremenda panza; lo aprendí ayer en la mañana flojeando en la cama con mi mamá, mientras ella miraba televisión yo me daba vueltas panza al sol, y todo eso después de haber tomado un rico desayuno con huevitos revueltos ¡me gustan los domingos! me encantan los huevos, por suerte la Conqui siempre me deja lengüetear el raspado de la paila y la dejo tan, pero tan limpia, que parece que nadie la hubiera usado; perfectamente se podría guardar sin lavar pero mi mamá es medio mañosa con algunas cosas y por muy limpia que yo la deje, ella igual la lava con harta agua y jabón… vieja exagerada. Después de flojear y desayunar, salí al jardín y me fui a dar una vuelta árbol arriba aprovechando el día soleado. Estuve un buen rato paseando, tanto que mi mamá llegó a buscarme pero se distrajo y empezó a sacar ramas y hojitas secas de mi s