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Mostrando entradas de enero, 2013

No pillamos nada

Ayer en la tarde, cuando oscurecía, salimos de cacería con la Conqui y no cazamos nada. Ya son varias noches en que “algo” se pone a raspar la pared de la cabaña, y mi mamá anda con la tincada de que es un ratón que se metió por algún lado y ahora no puede salir, así que decidió salir a buscarlo apenas lo escuchó moverse al otro lado de las tablas. Agarró su linterna y me llamó “Melí, ven, vamos a buscarte un juguete”, y yo feliz partí detrás de ella con mi cola bien parada. Entramos a la lavandería que comparte muro con mi casa, y ahí vimos unas vigas de pino sin cepillar que parecían mordidas, y un par de tablas corridas que dejaban un hueco por el que se podía entrar al sandwich que se forma entre una habitación y otra. La Conqui tuvo que mover hartas cosas porque además de lavandería, la pieza de al lado es usada como bodega, y mientras ella acarreaba cosas yo me metí por debajo de una silla y llegué a revisar el agujero primero: no vi nada, sólo pedacitos de madera y nuestra pared

El colorín

Ya son varias noches en que tipo 10 llega un amigo del Manchi –porque mío no es– a maullar en la puerta de la cabaña. Un par de veces la Conqui se ha levantado a abrirle para conversar con él y ver que quiere, pero hasta hoy día ni ella ni yo entendíamos muy bien que buscaba; nos podíamos imaginar muchas cosas ¿la principal? que quería comida, pero ella se hacía la loca porque dice que la plata no le alcanza para comprar más crunchi crunchi, y yo no pienso darle parte de mi ración (y la del Manchi tampoco, porque lo que no se come él me lo como yo por mucho que la Conqui me la trate de esconder). El tipo del que estoy hablando se ve mayor sin ser viejo, entre 6 y 8 años, bastante sucio (tal vez porque es medio colorín) y un tono de voz lastimero que da pena oírlo. De personalidad esquiva, no deja que la Conqui se acerque a él por mucho que con sus maullidos dé a entender que quiere su ℅. Hoy, por primera vez, el tipo de blanco llegó a la hora de almuerzo. Estábamos los tres en la casa;

Hoy aprendí una palabra nueva

¡Ayer en la tarde quedó la cagada! El Manchi se fue de reto bien retado. Resulta que la Conqui tenía un frasco con un mix de las flores de Bach que mi abuela le había preparado (parece que la vieja es medio bruja), y al tarado del Manchi le dio por jugar con la brujería esa. La Conqui le dijo dos veces “no”, a la tercera escondió el envase dentro de uno de los tazones del café que tiene colgando en la cocina, y el tarado del flacuchento ese, de alguna forma pilló las gotitas, sacó el frasco con su mano y ¡crash! en viaje directo al suelo… Empezaron los gritos ¡y qué gritos! ¡y que palabras! Hubo varias que busqué en el diccionario, pero la única que pillé fue “huevón” , y eso se lo dijo más de una vez antes de agarrarlo del pellejo, tirarlo para el jardín, y cerrar la puerta tan fuerte que los vidrios temblaron. Yo me asusté al menos los primeros 3 minutos, después me dio risa ver al Manchi en apuros… ¡una vez más! Según la Conqui que la luna le debe afectar el carácter, y como ayer fu

Luna llena

Poca bola me han dado hoy día. Ya son las ocho de la noche y la Conqui hoy no ha jugado ni cinco minutos conmigo, me tiene botada; se la ha pasado pegada en el computador haciendo no sé qué cosa con un pajarito azul que no se puede comer, y si no se puede comer ¡¿para qué sirve el pajarito?!. Después de almuerzo salió a una reunión, pero como se llevó el computador no me pude meter a sapear en que anda, y ahora que me lo prestó para escribir mi blog no me quita la vista de encima mientras se toma un café…. pajarito azul, pajarito azul ¿para qué servirá? Voy a tratar de meterme a su computador en la noche cuando se duerma, me tinca que hoy va a quedar zeta temprano porque anoche con el Manchi nos dedicamos a jugar con un grillo que yo pillé en una esquina y después de varios gritos de ella, no le quedó otra que levantarse a quitarnos el juguete y tirarlo al jardín, y eso fue pasadas las 2 de la mañana; a las 4, el Manchi se puso a caminarle por la cabeza y otra vez a levantarse para ech

Día agitado

Hoy han pasado hartas cosas; primero, los tres nos despertamos cómo a las 05:00 de la mañana de un salto porque un grupo de personas en la calle se puso a gritar como si estuvieran peleando, y dieron vuelta el tarro de basura; cuando ya nos volvimos a dormir, no pasó ni media hora que el Manchi se puso a lesear y molestar tanto, que la Conqui se lo puso debajo del brazo y para afuera el tarado. Ahí pudimos dormir tranquilas casi hasta las ocho que a mi me dio hambre y tuve que despertar a la Conqui para que me diera desayuno. Aunque de mala gana, se levantó. En premio, al poco rato de salir al jardín, pillé un pajarito y se lo llevé de regalo, pero algo tiene mal en su cabeza porque no logro que le gusten y lo único que sabe decir es “pobre pajarito, adentro de la casa no” y bla bla bla. Aunque creo que lo hace para disimular y sí le gustan porque hoy, cuando dejé el pajarito en el suelo un rato para acicalar mi cola, no pasaron ni 2 minutos  y ya había desaparecido… ¡me tinca que se l

De cómo aprendí a maullar

Parece que alguien se anduvo ofendiendo por mis comentarios de ayer y no han parado de mandarle fotos de mi prima hippie a la Conqui. Es una rucia bien deslavada que se manda puras embarradas. Hoy, por ejemplo, le rompió las cortinas a mi abuela ¡eso no se hace! seguro que su mamá no la sabe educar, si estuviera conmigo yo le haría un par de “¡Fuuuuu! ¡Fuuuuu!” bien puestos para que deje de hacer tonteras. Me tinca que haría buenas migas con el Manchi, me da la impresión que los dos son igual de… mmmm…. diré “inquietos” para que después no me tilden de cahuinera. Yo soy niñita bien educada, aprendo rápido. Cuando llegué a vivir con la Conqui en septiembre no sabía leer ni escribir, tampoco maullaba ni sabía jugar, y véanme ahora: aprendí a escribir y tengo mi propio blog, también aprendí a jugar y a maullar. Ahora estoy aprendiendo a frotarme en las piernas de la Conqui para dejarla marcada con mi olor y que todos sepan que es mía. Maullar, la verdad es que maullo poco. Sólo alguna

La prima pobre y mis juguetes

Ayer escuché a la Conqui hablando por teléfono con mi abuela y dijo algo de una prima mía. No entendí mucho, pero parece que es una chascona de pelo blanco que sus familia no debe querer mucho porque no le han tomado fotos, o eso cree mi mamá porque escuché cómo pedía que le mandaran foto al mail y le respondieron que no tenían, y si a un hijo no le toman fotos, quiere decir que no lo quieren o son muy pobres y no tienen cámara fotográfica. Aunque a mi me tinca que no la quieren porque la Conqui es pobre e igual me persigue todo el día tomándome fotos con su celular (me tiene chata, parece tonta persiguiéndome con la cámara). Por otro lado, también escuché que mi pseudo prima chascona de pelo blanco no tiene ni un juguete, y si no tiene juguetes, de verdad debe ser pobre… Yo tengo 4 juguetes: 3 pelotas con campanita (una me la mandó de regalo mi abuela) y una cosa verde que, según la Conqui, es una laucha (debe ser muy lesa si cree que esa “cosa” se parece en algo a una laucha). De tod

Cómo sacarle partido a un pisotón

¡Anoche me pisaron la cola! ¡y me dolió harto! La Conqui que fue la culpable. Ella estaba lavando los platos y yo me senté a su lado esperando que terminara para ver si me caía algún crunchi crunchi extra, y mi cola estaba ordenadamente estirada al lado de sus pies así que cuando ella terminó de lavar y quiso ir a apagar el computador se tropezó con mi cola ¡y me la pisó! yo no pude evitar soltar un “MIAAAUU” bien fuerte, y más fuerte fue el segundo cuando vi la cara de espanto de ella y caché que podía sacar ganancias del incidente: dicho y hecho, la tuve de trapero el resto de la noche y aproveché de hacerme la mártir con el Manchi ¿cómo lo hice? fácil, me escondí detrás del sillón, le tiré un par de zarpazos sin que la Conqui me viera , salí de mi escondite para ponerme en algún lugar que ella me viera y claro, el Manchi llegó a los dos segundos a devolverme el ataque, pero yo me quedé quieta agazapada como si tuviera susto y, obviamente, la Conqui que estaba con remordimiento de c

Mañana ajetreada

Hoy me pasé… ¡dos ratones sólo en la mañana! Desperté temprano y me puse a cazar musarañas arriba de la cama, contra la pared aunque parece que a la Conqui no le gustó mucho mi entretención porque me retó un par de veces, pero yo no lo hice caso. Seguí con mi juego hasta que sonó el despertador y ahí ella tuvo que levantarse y dejo de retarme para ponerse a abrir las cortinas y la puerta para que saliéramos con el Manchi, darnos de comer, ponernos agua fresca y limpiar mi baño. Después de eso, se tomó su jugo, preparó su avena y el café, y se puso más simpática. Cuando ella se pone simpática, yo me acerco haciéndome la regalona y aprovecho de bolsearla un poco de su avena que me gusta harto. Cuando se metió a la ducha yo partí a empezar mi día en el jardín y me fue súper bien: antes de que la Conqui terminara de secarse el pelo yo ya le había entrado un ratón a la casa, y como siempre ¡no quiso jugar con él!. La bruja agarró la escoba y para afuera con mi juguete; obviamente, yo pa

La Carlota

Yo no la conocí personalmente, pero es tanto lo que la Conqui me ha hablado de ella, que es como si la conociera de toda la vida. La Carlota es una gata de tres colores muy guapa que nació en Maitencillo; ella era una gata salvaje que vagaba libre por el campo y que un día decidió quedarse a vivir con la mamá de la Conqui (creo que la vieja vendría a ser mi abuela, y aunque no me conoce me debe querer porque siempre pregunta por mi cuando habla con la Conqui por Skype) Me distraje, retomo: la Carlota decidió irse a vivir con mi abuela cuando tenía poco más de un año, tal vez dos; apareció un día por la casa con un pololo que tuvo y que estaba con un alambre en su cuello. Ella fue lista porque supo que en esa casa los iban a ayudar: dicho y hecho, mi abuela agarró unos alicates, al pololo y le sacó el alambre. Después de eso, la Carlota siguió apareciendo por la casa de la mamá de la Conqui pero sola (me tinca que terminó con su pololo) o con sus guaguas, ¡porque pucha que tuvo guaguas!

Primer reclamo

Anoche la Conqui se portó mal y no cumplió sus propias reglas: llegó pasada la hora de llegada y más encima reclamando. Resulta que la hora de llegada en esta casa para que no te dejen durmiendo afuera, son las 11 de la noche. Cuando el Manchi y yo salimos a pasear después que oscurece, estamos obligados a volver antes de esa hora, y eso es algo que la Conqui nos repite día por medio “esta casa no es hotel, si quieren dormir adentro deben llegar antes que yo me meta a la cama”, y como ya está un poco viejita (que no no escuche llamarla vieja) a las 10:30 ya empieza a mirar el reloj con ganas de cerrar la puerta y a las 11 corre a cerrarla. Esa es la regla desde que vivo con ella (ayer justo cumplí 4 meses desde que vivo aquí), y siempre la ha cumplido… bus, casi siempre: el Manchi una vez llegó pasadas las 3:30 AM y como se encontró la puerta cerrada empezó a arañarla; yo me desperté pero me hice la loca y no le dije nada a la Conqui que seguía durmiendo a pata suelta porque tiene el

Noche de "paz"

Otro día de calor y yo sin encontrar la cremallera para sacarme el abrigo, no queda más que echarme sobre las baldosas y seguir tomando harta agua. Anoche dormimos los tres en mi cama (sí, la cama es mía aunque la administra la Conqui lo que significa que se la presta al Manchi); primera vez que la Conqui duerme destapada y que no deja que el Manchi o yo nos instalemos encima de ella…debe haber tenido calor. Fue gracioso ver llegar al Manchi ronroneando a todo dar como diciendo “aquí llegué yo, pésquenme”, tratar de acostarse en la guata de ella como si fuera su derecho (ese es MI derecho) y verlo poner cara de compungido cuando la Conqui lo sacó de ahí y lo puso a un lado ¡fresco! tiene que aprender que la Conqui es mía, y si yo no estaba arriba de ella fue porque soy más inteligente que él y sabía que hacía calor como para irse a instalar en su guata ¡pajarón!  ¿a quién se le ocurre jugar a la “estufita portátil” con más de 30ºC? hombre tenía que ser… Lo bueno de que haga tanto calor

Quiero una cremallera para el calor

Nunca, pero nunca en mi vida había sentido tanto calor como hoy. No sé si será porque recién en febrero cumplo un año y este es el primer verano que paso, pero no me gusta nada eso de sentir mi cuerpo caliente como cuando me pongo cerca de la estufa a leña. Hoy he pasado todo el día echada, sin ganas de salir a buscar ratoncitos para jugar ¡ni siquiera me ha dado hambre! lo único que he hecho es tomar y tomar agua de mi platito que, por suerte, la Conqui se ha encargado de mantener siempre lleno. El Manchi tampoco ha salido a jugar, ha pasado casi todo el día durmiendo estirado en el sillón cuan largo es; su cola le colgaba tentadora, cuando se la miraba me daban ganas de darle un par de zarpazos, pero de sólo pensar en moverme me daba más calor así que no hice nada y permanecí echada sobre las baldosas que era lo más fresco para mi. El Manchi pudo quedarse en el sillón porque tiene el pelo más corto que yo así que no debe haber tenido tanto calor, pero yo de verdad me sentía en una es

Esa extraña caja que hace ruido

Anoche descubrí una cosa que se llama televisión; es una caja rectangular de la que sale ruido y dónde las personas y animales son chiquititos, no huelen y caminan detrás de un cristal. Es bien raro la verdad… Yo veía todas las noches como la Conqui se metía a la cama, tomaba una cosa llena de botones en su mano y empezaba a salir ruido de alguna parte, pero nunca había hecho mucho caso porque estaba más preocupada de defender mi metro cuadrado del Manchi que siempre se quiere apoderar del mejor lugar para dormir en la cama (el mejor lugar es cerca de la cadera de la Conqui, cosa que ella alcanza a rascarme las orejitas con su mano), pero anoche me distraje con unos maullidos raros que no supe que eran ni de dónde salían, hasta que vi esa cosa rectangular ¡de ahí venían! Me acerqué despacio a ver qué pasaba; primero vi muchos colores, verde sobre todo, y algo parecido a un gato pero con barba y pelo largo, así como con pinta de hippie. Me asusté, di un saltó para atrás por si se me ven

Comida ¡Rica!

Hoy me debo haber portado muuuuuy bien porque la Conqui me dio una comida rica, rica, rica; eran unos pedacitos de carne con salsa que no hacían crunchi chunchi al mascarlos; eran blanditos, jugosos y muy sabrosos, nada que ver con esas galletitas secas que me da todos los días. Debo decir que yo ya le tenía echado el ojo a los sobrecitos amarillos que guarda junto a mi bolsa de crunchi crunchi, pero no sabía que había adentro y mucho menos que pudiera ser algo tan delicioso. La Conqui se rió al abrir el sobre porque pensaba que yo no me iba a dar cuenta que era comida de perritos porque según ella yo no sé leer, pero aunque fuera cierto que no sé leer  –lo que no es verdad porque yo soy una gata letrada que sabe leer y escribir–  no soy ciega, y sí pude ver que el sobre tenía la foto de un perro… ¡seré gata pero no tonta! Y como no soy tonta, preferí hacerme la loca y probar esa comida que olía tan bien antes de dármelas de digna y no comerla por ser para perritos ¡y le achunté medio

Quiero un computador ¿o mejor un iPad?

Hoy mi mamá me ha dado poca bola, se la ha pasado metida en el computador respondiendo mails, escribiendo no sé que tonteras, rabiando con algo de unas llamadas a Osorno, “migrando” (ni idea que sea eso) en FaceBook (no sabía que uno podía estar metido en eso por trabajo), hablando por teléfono con Pedro Juan y Diego, y recién ahora que ella se levantó para ir al baño yo me pude robar el computador para escribir en mi blog… ya va ver cuando venda mis ratones y junte plata para comprar un computador sólo para mí… ¡uf! ahí viene de vuelta a sacarme del computador, poco me duró la entretención... (Tal vez sea mejor si le digo al Manchi que nos compremos un iPad a medias)

Dieta

Como la Conqui anda obsesionada con mis pícaros kilos de más se puso a googlear sobre el tema con la esperanza de encontrar algún dato para lograr que baje de peso, capaz que la desubicada quiera verme igual de esmirriada que el flacuchento del Manchi, pero ya me encargaré yo de que eso no pase. Algunas de las cosas que aprendió es que los gatos debemos bajar de peso despacio, alrededor del 1% de nuestro peso a la semana, así que si yo estoy en los 4 kilos quiere decir que "sólo" debo bajar 40 gramos si las matemáticas no me fallan (y es probable que me fallen porque aún no sé contar muy bien). También leyó que una buena manera de hacerme bajar de peso es que tome harta agua (ella debería hacer lo mismo, flaca lo que se dice flaca no es), así que anda persiguiéndome con mi platito del agua por toda la casa ¿lo bueno? como sabe que a los gatos nos gusta el agua fresca, me la pasa cambiando. Yo, como soy buena, le doy en el gusto así que cada vez que me pone agua fresca, tomo.

Matico para las heridas

La Conqui anda de lo más pendiente del Manchi porque el sábado le descubrió un corte en su pata trasera derecha y, según ella, le preocupa que se le vaya a infectar. El sábado y ayer en la mañana lo dejó tranquilo, en “observación” según ella, pero ligerito le bajó la nuera y empezó a perseguirlo con un algodón remojado en agüita de matico porque su mamá (la de la Conqui que vendría a ser mi abuela, y más importante aún, es la mamá de la Carlota que es gata como yo y mi amiga virtual, pero esa historia se les cuento otro día) le dijo que eso era bueno para limpiar, desinfectar y cicatrizar. Pobre Manchi, la loca del algodón lo acosa cada vez que lo ve acostado de lado: él está durmiendo feliz de la vida y ¡zas! que llega ella, lo agarra de una pata y lo moja… es gracioso ver como patalea él y lo sujeta ella, los dos terminan sucios y mojados, cada uno en un rincón tratando de componer los daños causados por la “batalla”. Es bien gracioso verlos. Lo fome, es que como el Manchi está les

Plan bien ejecutado

Son pocas las maldades que hago dentro de la casa, y de las que hago hay una que me gusta sobre todas las cosas: subirme al refrigerador y robarme la comida que la Conqui me esconde ahí arriba. O mejor dicho, escondía, porque desde que pilló que podía subirme la esconde en otro lado. Pero no importa, yo me sigo trepando y me divierto descolgando mi mano para agarrar los imanes con que sujeta las fotos que tiene puestas ahí. Juego con los imanes cuando se me ocurre, y generalmente se me ocurre en las mañanas temprano, cuando empieza a clarear el día ¡es la mejor hora! sobre todo porque me aburro de esperar que la Conqui despierte y esa es una buena manera de lograr que se levante a abrirme la puerta y darme desayuno. Rabia harto eso sí, le carga que la despierte tan temprano. Para que el reto no me llegue a mi, uso al Manchi, como buen hombre es bien pajarón y siempre pisa el palito: yo juego con los imanes tratando de no hacer mucho ruido, generalmente ella igual me siente y empiez

Floja

Hoy mi mamá ha estado muy floja, y para solidarizar con ella, yo también. En la mañana la ayudé a cambiar la arena de mi cantora y la acompañé a sacar la basura. Después, me senté a esperar que me diera almuerzo y luego una rica siesta. Mientras yo dormía, ella se puso a ver una película en su computador y cuando terminó me empezó a molestar y hasta ahí llegó mi siesta... (Que mañana no se quejé cuando la despierte temprano por mucho que sea domingo)

Chico listo

  (No esperen que yo haga lo mismo)

Menú del día: tallarines

Hoy comí por primera vez unas cosas largas que según la Conqui se llaman tallarines y debo decir que me gustaron tanto que dejé el plato limpio. Los tallarines no eran míos, se los robé a mi mamá cuando la llamaron por teléfono y ella no pudo hacer nada por evitar que me los comiera: era una llamada de trabajo así que no pudo ponerse a gritar “¡deja eso Melí!” o cualquiera de esas tonterías que dice cuando no le gusta lo que hago, y tampoco pudo quitarme el plato porque mientras hablaba por teléfono tecleaba algo que le decían en su computador, así que yo ignoré sus morisquetas silenciosas y seguí comiendo feliz de la vida. Cuando terminó de hablar yo ya estaba lengüeteando el plato y sólo atinó a tomarme esta foto… (En venganza, ella guardó mis galletitas pero al menos no se las comió...)

El Manchi se fue de frisca*

Hoy pensaba contarles que me quedé toda la mañana afuera mientras la Conqui fue a sus reuniones, pero mejor chismeo sobre el reto que se acaba de llevar el Manchi: por 1era vez vi a la Conqui enojada de verdad. Después de la siesta, el tipo amaneció algo catee y se puso a hinchar a punta de maullidos y trepándose a todas partes. en eso estaba cuando se subió a la cómoda y se puso a jugar con unas cosas rojas que la Conqui tiene ahí de adorno. Yo escuché como le decían “Manchi no”, “sal de ahí Manchi”, y así varias veces pero el otro (como buen gato) no hizo caso. La pudo haber sacado barata, pero tuvo la mala idea de ponerse a empujar una de las cosas rojas con su mano hasta que la tiró de la cómoda y pasó lo que pasó: (cerámica de L imoges herencia de la abuelita de la Conqui) ¡Ni se imaginan los gritos de la Conqui! lo retó bien retado, lo agarro de un ala, le pegó un par de palmadas y lo hecho para afuera. El Manchi volvió a entrar y ella lo volvió a echar, estaba de verda

A dieta

Algo tengo que cada vez que puedo como, y según mi doctora estoy un poco gordita así que la Conqui me puso a régimen. No tengo ni idea que significa eso, sólo tengo claro que desde hace varios días me está dando mis galletitas contadas, y ya no me las deja a libre disposición cómo cuando recién me encontró. Según la Conqui, como tanto por ansiedad; ella cree que tengo miedo de volver a pasar hambre y que por eso cada vez que veo una galletita me la zampo, por si acaso… Tal vez ella tiene razón, no lo sé, pero una cosa tengo clara: no me gusta estar a “régimen” así que me las tengo que arreglar por mi cuenta. Tengo suerte: con el Manchi aprendí a cazar y tengo un jardín grande lleno de pajaritos y ratoncitos. Los pajaritos me gustan mucho, cada vez que agarro uno me lo como porque no lo puedo soltar; es obvio, si lo hago sale volando y nunca más lo agarro. Es lo que le pasó al Manchi hoy día; aunque yo no lo vi, la Conqui me contó que cuando fue a sacar la basura lo pilló chanchito con

Mi mamá

Hoy la Conqui se quedó trabajando en la casa, estuvimos casi todo el día con la puerta abierta pero como llovía y hacía frío con el Manchi nos quedamos dentro de la casa. En la mañana, ella se estaba haciendo la loca con eso de prender la estufa, pero cómo teníamos frío, con el Manchi nos sentamos delante de ella con cara de “¿y? ¿cuándo la prendes?”; yo estaba callada como es mi estilo, pero el Manchi que es más escandaloso pegó un par de maullidos, movió la cola y se restregó en sus piernas: la Conqui captó altiro el mensaje y agarró el hacha para hacer astillas y prendernos el fuego… ¡es tan obediente nuestra humana!  No hay nada mejor que dormir hecha ovillo delante del fuego mientras afuera llueve. En la tarde, como a las cinco, ella tuvo que irse a una reunión y justo ¡justo! con el Manchi tuvimos ganas de salir y como a la Conqui le gusta dejarme guardada “para que no me vaya a comer un perro”, según ella, se demoró un buen rato en agarrarme y meterme a la casa. Debe haber s

Día fome

Hoy fue un día re fome; la Conqui se fue a trabajar a otro lado (normalmente trabaja desde la casa) y me dejó casi todo el día sola guardada en la casa, recién vino a aparecer pasadas las 6 de la tarde!!! Por suerte me dejó con el Manchi así que me entretuve cascándole, total, yo soy la que manda puertas adentro. Cuando la Conqui llegó se encontró con la casa un poco desordenada, pero como estaba con remordimiento de conciencia por dejarnos solos tantas horas no nos retó por la arena de mi baño desparramada por toda la casa, ni los cuadros en el suelo, sus chalecos revueltos y mucho menos por las alfombras revoltijeadas. No se puede quejar: no rompimos nada. Lo gracioso fue que la que se iba quedar guardada era sólo yo, pero justo cuando la Conqui se iba yendo apareció el Manchi a comer de cola parada y cuando estaba crunchi crunchi de lo mejor ¡zas! que ella le cerró la puerta en sus narices diciendo tan campante “para que se hagan compañía, cuiden la casa, yo vuelvo apenas pueda” Jua

Despertando en Domingo

Hoy tuvimos un mal despertar por culpa del Manchi. Yo no sé qué le pasa, pero por más que la Conqui lo ha retado, gritado y echado, él no entiende (o no quiere entender) que las 06:00 AM es pésima hora para ponerse a maullarle en la oreja, o pasar por arriba de su cara con la cola bien parada o empezar a jugar con sus gotas para los ojos o las flores de Bach. La verdad es que las 06:00 es pésima hora para cualquier cosa que no sea dormir, ¡sobre todo si es domingo! Hoy la jarana empezó a las 06:15, “miauuuu miauuuu” decía el tarado, yo altiro me desperté a ver qué pasaba… la Conqui abrió un ojo, dijo “sssshtttt”, se dió media vuelta y pretendió seguir durmiendo… el Manchi no entendió la indirecta y volvió a sus maullidos, esta vez paseando por sobre la almohada de ella con la cola bien parada… otro “ssshttt” y un “anda a dormir o te voy a echar aunque esté lloviendo” acompañado de un manotazo de la Conqui que lo alejó de su cabeza, terminaron con el catee de mi pseudo hermano en el s

Aprendiendo a jugar

Hay cosas que la Conqui no entiende por más que trato de enseñarle. Por ejemplo, no sabe jugar con los ratones. Yo tampoco sabía cuando era chica, pero el Manchi me enseñó y yo ahora quiero enseñarle a mi mamá… perdón, a la Conqui (no le gusta que le diga mamá porque dice que ella no es mamá de nadie y mucho menos gata). Los ratones de verdad son entretenidos porque se mueven solos, y no tengo que estar empujándolos como esa cosa verde que tengo en la casa para jugar. Si no tengo nada mejor para jugar; el verde es entretenido cuando llueve y hace frío afuera, pero cuando puedo ¡no hay nada mejor que un ratón de verdad! Me gusta esconderme entre la hierba y esperar agazapada y en silencio que alguno llegue a comer semillas, ahí saltó sobre él y lo pesco con mis dientes, lo suelto y apenas trata de huir lo muerdo de nuevo o lo engancho con mis zarpas para lanzarlo hacia arriba y pegarle el tarascón antes de que toque el suelo ¡no crean que es fácil! yo me demoré en aprender, pero ahor

Mi primer paseo "oficial"

Hoy la Conqui tuvo la “brillante” idea de sacarme a pasear. Me tenía de sorpresa una correa verde que, ella me contó, compró en un cajón de liquidación dónde mi doctora (de ella también tengo un par de historias). Se le ocurrió lo del paseo porque yo siempre la acompaño cuando va a sacar la basura o sale caminar, y ella se ríe y me molesta diciéndome que parezca perro ¿Entre nos? es bien floja porque sus salidas son re cortas: cuando ve que la sigo se devuelve a la casa y me guarda. En todo caso, hoy fue distinto, me invitó expresamente “Melí, vamos a pasear”, así que de lo más contenta partí con mi cola bien parada y al trote. Iba feliz, caminando por el sol, con mis orejas bien levantadas para escuchar los diferentes ruidos, oliendo todo lo que pillaba… La Conqui caminaba delante mío pero siempre mirando para atrás a ver si yo la seguía; cuando yo tardaba más de la cuenta oliendo algo, o me daban ganas de meterme al otro lado de la reja, ella me llamaba “Melí, vamos”. Como soy ga

Huelga

Hoy tengo flojera de escribir. Quiero hacerme pelotita, tapar mi cara con la mano, y dormir tan relajada que un colmillo se asome entre mis labios separados por la puntita de mi lengua, roncando despacio mientras de vez en cuando muevo mis orejas para espantar alguna mosca incordiosa. Quiero dormir, pero la molestosa de la Conqui no me deja, erre que erre con la cantinela de “Melí, te comprometiste a subir todos los días algo al blog, si no lo haces no te presto más el computador”… ¡fresca! cualquiera diría que ella es un dechado de perfección que cumple con todos sus compromisos… Por ejemplo, el otro día ella se puso a revisar un blog que tiene y yo me instalé al lado del computador haciéndome la dormida pero estaba con el ojo atento mirando las sandeces que escribe ¿y saben qué? el 2010 ya estaba con el cuento de que iba a dejar de fumar!!!! “Hoy dejé de fumar” y tres días después “Pisé el palito de nuevo”, y así pasaron meses y meses hasta llegar al 2012, cuando yo la conocí, y se

El Manchi (y el sexo)

El Manchi es una especie de hermano que tengo yo. La Conqui dice que es “allegado” porque no es de ella si no que de los dueños del sitio dónde ella arrienda cabaña. Siempre me cuenta, muerta de la risa, que lo primero que le dijeron al arrendar, es que el gato estaba para cazar ratones y que no lo dejara entrar a la casa y mucho menos le diera comida. Ella, lo primero que hizo el día que llegó fue dejar entrar al Manchi cuando él llegó a controlar quién había invadido su territorio; y lo segundo, fue darle de comer cuando quiso quitarle la hallulla que ella se estaba comiendo. Esa noche el Manchi durmió sobre la cama nueva de la Conqui y al día siguiente tenía platito de Hello Kitty para la cómica y el agua y una enorme bolsa de comida a su completa disposición Lo del platito de Hello Kitty puede ser algo femenino para un macho recio, pero les voy a contar una copucha: hasta que llegué yo la Conqui pensaba que él, era ella. Así mismito. Como no le colgaba ningún adorno al pobre animal

Mi llegada

Como buena historia, debería empezar por contar mi nacimiento, pero cualquier cosa que diga sería inventada: no recuerdo nada de eso. Para mí todo empezó el 20 de septiembre del 2011 cuando conocí a la Conqui . Yo era chica, bien poquita cosa, debo haber tenido unos 4 meses; recuerdo que era un día húmedo, lluvioso, típico día sureño dónde lo único que quieres es dormir acurrucada junto a un buen fuego… Cuando ella llegó al restaurant dónde trabajaba yo estaba muerta de hambre escarbando la basura y en vez de retarme y echarme a patadas, se puso a escarbar la basura buscando algo para darme de comer, pero los perros que habían pasado antes que yo no dejaron nada, sólo un despelote de bolsas rotas y comida desperdigada por todas partes. Yo la miraba de lejos, no me fiaba de ella, en cualquier momento me podía llegar una patada o algo parecido. Ví como se levantaba y entraba al boliche, al poco rato salió con una empanada que cortó en pedacitos y yo me devoré feliz. Pasaron las horas