Ir al contenido principal

Si no fuera por el "casi", hoy comía pajarito


Después de que ayer mi fuga se transformó en paseo, hoy me ha dado lata salir a “pasear” y me he quedado todo el día cerca de la Conqui y la abuela con mis orejitas bien paradas para oír todos los cahuines de las últimas horas que han estado re sabrosos, aunque también es cierto que son los días como hoy cuando más me gusta ser una gatita cuya mayor preocupación es vigilar mi platito de crunchi crunchis, y tratar de pillar algún pajarito ¡y hoy casi lo logro!

Aquí en Viña hay unos pajaritos que yo no conocía, la Conqui me dijo que se llamaban colibris: son chiquititos y tienen el pico largo y aguzado casi como si fuera un alfiler, y mueven sus alitas tan rápido que no se ven. Bue… el asunto es que hoy se metió a la casa un colibrí y la Conqui lo descubrió cuando trataba de salir por la ventana que da al jardín. El pajarito perdido parece que no sabía que los vidrios son un una especie de muro invisible, así que ahí estaba el muy tarado dale que te pego aleteando a mil por hora mientras su piquito chocaba contra el vidrio… insistía, insistía, insistía ¡terco el plumífero! Yo estaba lista para saltar sobre su cuello, sólo le faltaba un cabezazo más contra el vidrio para que se aturdiera y yo tuviera mi almuerzo servido sin haberme esforzado lo más mínimo, pero claro, justo tuvo que aparecer la intrusa de mi mamá: llegó a la salita, miró al colibrí, me vió a mi sentada con cara de “yo no he visto nada” y enseguida se fue a  abrirle la puerta, y por si eso fuera poco, lentamente lo fue correteando hasta que mi anteproyecto de comidita logró salir volando al jardín, y yo me quedé rechinando mis dientes por el bocado perdido ¡nada más frustrante que ver salir volando a tu almuerzo! En todo caso prefiero quedarme con lo positivo de esta experiencia: se entro un pajarito ¡pueden entrar más! y la próxima vez estaré preparada ¡ya verán!


Entradas populares de este blog

"Ser animado racional, Varón o mujer"

Ayer me dijeron que yo nunca mencionaba a los hombres y que siempre hablaba de mi mamá, mi abuela, mi tía y mis primas, todas mujeres. También me dijeron que lo más cercano que yo había estado de hablar de algún espécimen de sexo masculino, había sido cuando comentaba las tonteras que hacía el Manchi. Al principio como que me dio lo mismo la pregunta porque no entendí de qué me estaban hablando, pero igual me quedó dando vueltas y pensando en todos los humanos que conozco y con los cuales he convivido en mayor o menor grado, me di cuenta que no conozco a ningún hombre; es decir, tengo una idea de como son porque he visto algunos a la pasada, como los señores que le ponían bencina al auto con una manguerita cuando nos vinimos con mi mamá del sur o el caballero que cortaba el pasto en la casa, pero eso sería todo. Como siempre que algo despierta mi curiosidad, le pregunté a mi mamá sobre el tema pero parece que no me entendió porque se quedó muda, aunque confieso que me tinca prefirió ha...

Maniobra de Heimlich

Lo confieso: he estado ociosa los últimos días, pero tengo una excusa muy buena, y es que… naaaaa, no tengo excusa posible; me podría inventar alguna, pero si algo me ha enseñado mi mamá es que mentir es malo y que uno siempre debe asumir la consecuencia de sus actos, sobre todo cuando ha metido la pata, y ella sí que sabe de meter la pata ¡si yo les contara! ¿Saben cuál fue la última? ¡Ponerle demasiado peperoncciono a la carbonada! Vieran como tosía mi abuela cuando la probó por primera vez… ¡Cof! ¡Cof! ¡Cof! hacía la pobre vieja mientras los ojitos se le ponían brillantes tratando de retar a mi mamá por lo picante de la comida. Cómo sería el escándalo que yo estaba en el cerro e igual escuché todo el barullo y volví corriendo a la casa para ver que estaba pasando y si podía ayudar en algo, no sé, tal vez haciéndole la maniobra de Heimlich a la veterana ¡y no se rían! es tan flaquita la señora que estoy segura que si agarro vuelo y salto sobre sus pulmones, cualquier cosa que estuvi...

El Manchi (y el sexo)

El Manchi es una especie de hermano que tengo yo. La Conqui dice que es “allegado” porque no es de ella si no que de los dueños del sitio dónde ella arrienda cabaña. Siempre me cuenta, muerta de la risa, que lo primero que le dijeron al arrendar, es que el gato estaba para cazar ratones y que no lo dejara entrar a la casa y mucho menos le diera comida. Ella, lo primero que hizo el día que llegó fue dejar entrar al Manchi cuando él llegó a controlar quién había invadido su territorio; y lo segundo, fue darle de comer cuando quiso quitarle la hallulla que ella se estaba comiendo. Esa noche el Manchi durmió sobre la cama nueva de la Conqui y al día siguiente tenía platito de Hello Kitty para la cómica y el agua y una enorme bolsa de comida a su completa disposición Lo del platito de Hello Kitty puede ser algo femenino para un macho recio, pero les voy a contar una copucha: hasta que llegué yo la Conqui pensaba que él, era ella. Así mismito. Como no le colgaba ningún adorno al pobre animal...