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Baño y visita

Hoy me han dado poca bola porque mi mamá se las quiso dar de “técnica” y se puso a reformatear un computador. Por suerte ahora está en la etapa de “borrado seguro” y como eso lleva un par de horas me prestó un rato su computador para que yo hiciera mis cosas mientras ella hace aseo. Aunque debo decir que también me lo prestó para que dejara de molestar a mi abuela, que se puso a reclamarla que, como madre mía, debía imponer el orden y educarme porque no era posible que yo me paseara sobre el teclado de su computador con mis patitas sucias… Vieja mentirosa, nada que ver  eso de mis patitas sucias porque son limpias impecables, harto que me preocupo de asearlas cada vez que voy al baño o salgo al jardín. Si mis patitas están sucia (que no lo están) es por culpa de ellas dos que no saben hacer aseo cómo corresponde. Y eso me lleva a dónde partió todo: la Conqui ahora está trapeando el suelo del baño con cloro porque le bajó la neura con mi arenita y no ha hecho más que reclamar que no sé tapar mi pipí y que soy una escandalosa y que bla bla bla ¡Reclamona! ¿no le gusta que dejé el baño con arenita desparramada cada vez que hago pipí? fácil, que me compre una cantora más grande, o mejor aún ¡que no use mi baño y comparta el de la abuela! Que entre humanas se entiendan y dejen a la gatita tranquila con su arena. No sé ustedes, pero yo feliz tendría baño para mi sola sin que nadie me diga como hacer mis cosas o reclame si salpiqué más arenita de la cuenta ¿yo le digo algo si usa mucho papel para limpiarse el trasero? ¡claro que no! entonces que ella tampoco me reclame a mí.

Bue… en otro orden de cosas, parece que la casa de mi abuela en septiembre se convertirá en hotel, porque anoche llamaron para hacer una “reserva” durante la semana del 18. Hablaron con mi mamá, ella preguntó que para cuantas personas y le respondieron algo de 3 adultos, 2 niños ¡y una borde! Por más morisquetas que le hice para que se negara a hacer la reserva, ella no me entendió (o no me quiso entender) y ¡zas! en un abrir y cerrar de ojos me fastidiaron el 18: como no ocurra algo tipo la caída de un meteorito, en septiembre me tocará una semana en compañía de la perra de mi prima, la Border borde. Desde ya estoy pensando la mejor manera de sacar provecho de lo que se viene...

(Que ni se le ocurra a la borde hacer lo mismo conmigo ¡fuuuu asegurado!)

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