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De amenazas veladas y despedidas

No quiero ser peleadora, pero no me gusta nada cuando me llegan mensajes tipo mafiosos diciendo cosas como “¿Qué pasaría si "alguien" le diera unas tijeras a XXX y ella, "sin querer" te cortara los bigotes?”.

El mensaje me llegó anoche a raíz de lo que escribí sobre la importancia de los bigotes para nosotros los gatitos, y lo único que puedo decir es que me parece muy fea la actitud, eso de andar mandando mensajes y amenazando sin amenazar, es muy rasca. Eso sí, con rasca me refiero a alguien de maleducado, de trato áspero y desagradable, no estoy hablando de que haga frío como lo usan en Andalucia (anoche hizo una rasca!!!!) o que se hayan emborrachado como en Colombia (fue tanto lo que tomó que se agarró una rasca de aquellas), nada de eso, estoy hablando del rasca chileno que no sabe tratar a las gatitas lindas como corresponde… pero bueno, gente mala clase hay en todas partes y no me complica porque yo sé defenderme: si por algún motivo ajeno a lo que los humanos llaman “accidente”, me quedo sin bigotes, yo sabré defenderme y devolver la mano, sé que mi mamá tiene guardadas un par de fotos comprometedoras en alguna parte, y también sé que si le hacen algo a mis bigotes ella puede sacarlas a relucir… Y no, no es una amenaza, es una advertencia.

Bue, pasando a otras cosas: hoy después de almuerzo mi mamá fue al doctor y yo me quedé en la casa con mi abuela, y debo decir que cuando quiere, es re buena onda la vieja. ¿Qué por que lo digo? pues porque apenas la Conqui cerró la puerta de calle, yo corrí escaleras arriba rumbo a la pieza de mi abuela, la idea era salir a la terraza del segundo piso para despedirme de mi mamá. Apenas me vio salir corriendo, la vieja entendió perfecto lo que yo quería, así que también salió apurada escaleras arriba detrás mío para abrirme la puerta ¿resultado? yo alcancé a salir a la terraza para que mi mamá me viera con la cabecita asomada entre los barrotes, ella bajó el vidrio de la ventana del auto para hacerme adiós con la mano, y yo moví mi cabecita feliz; después de eso, volví a entrar, me hice pelotita y dormí siesta al lado de mi abuela hasta que mi mamá regresó.

De acuerdo que la veterana me hace rabiar cada vez que me tira la cola o me agarra de la guatita, pero cuando veo lo bien que entiende lo que quiero, le perdono todo ¿cómo no va a ser linda ? Cuando eso pasa –como hoy– me gusta quedarme regaloneado con ella. Díganme ¿quién dijo que los gatitos no podíamos darnos a entender? claro que podamos, el problema lo tienen los humanos que no quieren escuchar...

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