¡Me llegó una copucha sabrosa! Es sobre la Mila, mi prima border ¿saben lo que SU mamá anda diciendo de ella? Dice que le falta un palito para el puente!!!!!
Confieso que no tengo muy claro eso del palito para el puente, pero por como se rió mi abuela cuando mi tía se lo dijo, me tinca que no debe nada muy bueno, sobre todo cuando la escuché decir “no te preocupes, no le diré nada a la Melí de que andas diciendo que a la Mila le falta un palito para el puente” y si no quieren que yo me entere ¡por algo será! ¿O no? Claro, lo que ellas no sabían es que yo estaba escuchando todo detrás de la puerta, pero así fue, así que la viejuja puede estar tranquila de que ella a mí, no me dijo nada.
Que yo me esconda para escuchar conversaciones telefónicas o que la veterana hable a gritos, ya es otro tema que no viene al caso discutir ahora sobre lo que puede ser correcto o no de hacer según los cánones humanos, además, igual me habría enterado ya que las gatitas tenemos el oído súper desarrollado, así que aunque yo no hubiera estado escondida detrás de su puerta oyendo todo, igual habría escuchado lo del palito que se le perdió a mi prima. Incluso si la viejuja hubiera susurrado yo la habría oído igual por que los gatitos tenemos un sistema auditivo maravilloso. Para que se hagan una idea: el tic tac del reloj yo lo escucho 4 veces más fuerte que lo que lo escucha mi mamá, incluso hay sonidos que yo oigo y ella no, y una de las razones es que yo en mis orejitas tengo 30 músculos que me permiten moverlas para dónde yo quiera y captar mejor los sonidos, en cambio la pobre Conqui sólo tiene 6 músculos ¡6! ¿para dónde va a mover sus orejas con 6 músculos? a ninguna parte, obvio. ¿Quieren más cifras? Ya, la última: los oídos de los gatitos y de los humanos tienen unas cosas que parecen hilitos y que se llaman nervios, y que son los encargados de llevar toda la información al cerebro; uno de esos nervios está compuesto por las fibras cocleares que son las que nos ayudan a percibir los sonidos más agudos o débiles… bue, el asunto es que si los humanos tienen 30 mil fibras cocleares ¡los gatitos tenemos 40 mil! Wichi pírichi ¡10 mil más que los humanos! ¿Ven que tengo buen oído? Por eso me entero siempre de todas las copuchas, y por eso mismo no me gusta cuando la gente grita o es muy ruidosa, y en cambio me lo paso bomba cuando a mi mamá le da por hablar sola o se pone a leer entre dientes lo que va escribiendo.
Como sea, y retomando el tema del puente de la Mila, no puedo dejar de preguntarme qué será eso de qué le falte un palito, y si de verdad le falta ¿dónde lo habrá dejado? ¡Capaz que se lo haya comido! Sí, debe ser eso porque mi prima tiene la mala costumbre de morder, mascar, despedazar y tragar todo lo que pilla, y después le toca a su mamá andar escondiendo los destrozos que ella hace. El año pasado, por ejemplo ¿¡me podrán creer que se comió una…?! Ups! Casi meto las patas, no puedo contar lo que se comió porque según su mamá, su papá la puede echar de la casa si se entera que se comió lo que se comió, sólo les diré que mi mamá estuvo ayudando para dar con un buen restaurador que, por lo que la Conqui me explicó, son personas especializadas en arreglar las cosas que se comen los perritos, y mejor no sigo porque capaz que me termine por ir de lengua y se me salga sin querer lo que no se me puede salir…