¡Hoy casi le aprieto el cogote a mi abuela! ¡es muy inmadura! No se imaginan lo que me hizo hoy día…
Resulta que mi mamá tiene la costumbre de tirar al suelo su ropa sucia, y mi abuela siempre la reta cuando la pilla en el suelo; “¡cochina!”, le dice, “anda a meter la ropa sucia en la lavadora, no la dejes tirada en el suelo”, pero mi mamá se hace la loca y sigue en lo suyo. Eso, hasta hoy día que la Conqui le respondió a la veterana “si no quiere que deje la ropa sucia en el suelo, cómpreme un canasto o una caja para ponerla ahí” y la veterana le dijo… fuuuuu ¡que rabia me da recordar lo que le dijo! ¡¿me pueden creer que le dijo que la metiera en mi casita?! Sí, porque yo tengo una casita preciosa que uso para viajar y mi mamá la pone debajo de su escritorio. Es súper elegante, por fuera tiene cuadraditos beige tipo Burberrys que altiro me hace ver ABC1, y adentro adentro tengo un chaleco que me regaló ella para que esté calentita cuando me meto ahí, aunque debo decir que no la uso nunca porque es para viajes y ahora último he viajado poco, pero eso no quiere decir que mi abuela pueda disponer de ella ¡es mi casita! y no es que no se la quiera prestar a mi mamá, yo feliz se la presto ¡pero no para la ropa sucia! y no ahora que tengo una sorpresa guardada ahí… eso fue lo que más me preocupó cuando mi abuela le dijo a mi mamá que la usara, casi me muero del infarto cuando vi que la Conqui le hacía caso, pescaba la ropa del suelo y la metía en mi casita. Por suerte estaba distraída y no se agachó lo suficiente para ver lo que yo tenía escondido al fondo ¡pero por culpa de mi abuela y sus ideas “brillantes” casi me quedo sin sorpresa para el día del niño! Sí, porque las gatitas le regalamos a nuestras mamás para el día del niño, no para el día de la madre. El día de la madre es para las mamás de humanos y el día del niño es para las mamás de gatitos ¡por algo lo celebran en agosto que es el mes de los gatos!. Bue… por suerte el susto ya pasó y ahora debo cruzar mis patitas (los dedos no puedo) para que mi mamá no descubra el regalo que tengo cuando saque la ropa sucia de ahí ¡aunque me muero de ganas de entregárselo para poder jugar yo también con él! porque me lo va a tener que prestar...
Resulta que mi mamá tiene la costumbre de tirar al suelo su ropa sucia, y mi abuela siempre la reta cuando la pilla en el suelo; “¡cochina!”, le dice, “anda a meter la ropa sucia en la lavadora, no la dejes tirada en el suelo”, pero mi mamá se hace la loca y sigue en lo suyo. Eso, hasta hoy día que la Conqui le respondió a la veterana “si no quiere que deje la ropa sucia en el suelo, cómpreme un canasto o una caja para ponerla ahí” y la veterana le dijo… fuuuuu ¡que rabia me da recordar lo que le dijo! ¡¿me pueden creer que le dijo que la metiera en mi casita?! Sí, porque yo tengo una casita preciosa que uso para viajar y mi mamá la pone debajo de su escritorio. Es súper elegante, por fuera tiene cuadraditos beige tipo Burberrys que altiro me hace ver ABC1, y adentro adentro tengo un chaleco que me regaló ella para que esté calentita cuando me meto ahí, aunque debo decir que no la uso nunca porque es para viajes y ahora último he viajado poco, pero eso no quiere decir que mi abuela pueda disponer de ella ¡es mi casita! y no es que no se la quiera prestar a mi mamá, yo feliz se la presto ¡pero no para la ropa sucia! y no ahora que tengo una sorpresa guardada ahí… eso fue lo que más me preocupó cuando mi abuela le dijo a mi mamá que la usara, casi me muero del infarto cuando vi que la Conqui le hacía caso, pescaba la ropa del suelo y la metía en mi casita. Por suerte estaba distraída y no se agachó lo suficiente para ver lo que yo tenía escondido al fondo ¡pero por culpa de mi abuela y sus ideas “brillantes” casi me quedo sin sorpresa para el día del niño! Sí, porque las gatitas le regalamos a nuestras mamás para el día del niño, no para el día de la madre. El día de la madre es para las mamás de humanos y el día del niño es para las mamás de gatitos ¡por algo lo celebran en agosto que es el mes de los gatos!. Bue… por suerte el susto ya pasó y ahora debo cruzar mis patitas (los dedos no puedo) para que mi mamá no descubra el regalo que tengo cuando saque la ropa sucia de ahí ¡aunque me muero de ganas de entregárselo para poder jugar yo también con él! porque me lo va a tener que prestar...