Empiezo a descubrir que esto de quedarse con la abuelita durante el día tiene sus ventajas; por ejemplo hoy día me tocó una cosa rica ¡rica! en vez de los típicos crunchi crunchis que mi mamá me da desde que empezó con eso de que debo bajar de peso porque mi abuela me dio filete de pollo. El pollo es un pajarito tan grande que alcanza para que coman varias personas o gatitos; por su porte es difícil que yo lo pueda cazar algún día, así que cuando quiero comer pollo debo esperar a que mi mamá o mi abuela lo compren en el supermercado, y cuando pasa eso hay dos posibilidades: que me conviden un pedacito o que yo me sirva solita. La primera opción es la que menos problemas me trae aunque también es la menos emocionante ya que al ser comida “oficial” no conlleva la adrenalina de la cacería, aunque a cambio tiene la ventaja de que puedo comer sin apuro ya que no corro el riesgo de ser sorprendida; con la segunda opción, corro el riesgo de ser sorprendida y tener que soportar algunos retos, pero es un bajo precio a pagar por vivir la emoción de la aventura y comer algo rico (aunque sea apurada para que no me descubran)...
Para variar, ya me distraje, retomo el tema: hoy mi abuela me dio filete de pollo ¡qué cosa más rica! Ella se puso a preparar el almuerzo y yo me senté en uno de los pisos de la cocina a ver lo que estaba haciendo con mi mejor cara de gatita linda ¿y saben qué? cayó redonda con mis ojitos tiernos así que me dio un filete completo de pollo para mi solita ¡ñam ñam! Como será, que me alcanzó para dos veces: una mitad me la comí cuando me lo puso en mi platito, y la otra mitad la guardé para comer con mi mamá cuando llegó de la oficina (no me gusta que coma sola). Con lo del pollo, casi casi que la disculpo por andar riéndose de mis gramos extras, aunque a la que no perdono es a la siútica de la Mila ¿¡me podrán creer que tiene un abriguito rojo que dice “Pincess”? perra ridícula ¿a quién le ha ganado para venir a decir que yo estoy gorda? típico de rubia que sólo le importa la ropa y el físico, y se cree la muerte por tener el pelo largo, capita y ser flaca, pero les apuesto doble contra sencillo que no sabe leer y mucho menos escribir, y eso que no voy a decir nada de todas las tonteras que hace o deja de hacer porque le prometí a mi mamá que no repetiría los secretos que me cuenta de ella, pero si esta boquita hablara… ¡la de cosas que podría contar! ¿cierto Mila? Y sí, estoy picada con la borde de mi prima border porque le dijo a mi mamá hablando de mi: “Harto gorda tu enfermera”, “poco digna la desparramada”, “¿conoces a alguna princesa guatona como la Melí?” Ya va a ver cuando venga en septiembre, voy a conversar con Rosalba para que la venga a asustar...