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Mi domingo

¿Cómo estuvo su domingo? ¡el mío estuvo de pelos! Eso “de pelos” lo dice un niñito amarillo que sale en la televisión, su mamá tiene el pelo azul y su papá una tremenda panza; lo aprendí ayer en la mañana flojeando en la cama con mi mamá, mientras ella miraba televisión yo me daba vueltas panza al sol, y todo eso después de haber tomado un rico desayuno con huevitos revueltos ¡me gustan los domingos! me encantan los huevos, por suerte la Conqui siempre me deja lengüetear el raspado de la paila y la dejo tan, pero tan limpia, que parece que nadie la hubiera usado; perfectamente se podría guardar sin lavar pero mi mamá es medio mañosa con algunas cosas y por muy limpia que yo la deje, ella igual la lava con harta agua y jabón… vieja exagerada.

Después de flojear y desayunar, salí al jardín y me fui a dar una vuelta árbol arriba aprovechando el día soleado. Estuve un buen rato paseando, tanto que mi mamá llegó a buscarme pero se distrajo y empezó a sacar ramas y hojitas secas de mi sauce así que salí de mi escondite para ayudarla y vigilar  que hiciera bien el trabajo. Cuando me vio aparecer me dijo que me fuera para la casa y como ya era casi hora de almuerzo y tenía hambre, me hice la que obedecía a la primera y me fui árbol abajo de vuelta mientras ella daba la vuelta a la manzana caminando por no ser tan ágil como yo. 

Después de almuerzo mi mamá siguió trabajando en el jardín y yo me quedé con ella para acompañarla mientras podaba, rastrillaba y guardaba todo en bolsas ¡quedó tan lindo el jardín!. Lo de podar me interesaba porque no quería que fuera a acortar alguna ramita de las que me gusta usar  para subir y bajar de mi árbol y otros arbustos, pero por suerte lo hizo bien y no tuve que hacerle fuuuu para llamar su atención.

El domingo lo rematé viendo a mi mamá cazar pulguitas con scotch. Sí, así como lo leen ¡con scotch! Qué les puedo decir, creo que la Conqui cada día está un poquito más loca y lo peor –o mejor– es que ella no se da cuenta y ahora anda presumiendo de sus ideas “brillantes”, y lo más increíble es que mi abuela le sigue el juego y le anda diciendo que debería patentar la idea ¡patentar la idea! ¿se dan cuenta? ¿Qué cómo es eso de cazar pulgas con scotch? bue… lo que hace es que vigila los sitios dónde yo me pongo a dormir, y cuando me levanto ella revisa dónde estuve con un pedazo de scotch en la mano y cuando ve alguna pulguita o cualquier cosa que se le asemeje ¡zas! la aplasta con esa cosa pegote y ahí queda el pobre bicho pegado imposibilitado de arrancar ¿ven que está loca? vieja ociosa, vamos a ver si se le van a ocurrir tantas tonteras cuando tenga menos tiempo libre...

Por cierto: sigo a dieta, ya van 4 días en que no me dan ñam ñam y me cuentan los crunchi crunchis. No sé cuánto más vaya a aguantar sin protestar, ya veremos.


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