Ir al contenido principal

De puertas automáticas y pajaritos

Y bueno, aquí vamos con otra semana que empieza luego de un relajado domingo dónde aproveché el día nublado y frío para regalonear a mi mamá y molestar a mi abuela con mis entra y sale de la casa ¿saben? Recomiendo absolutamente a todos los gatitos que se consigan una abuela siempre pendiente de abrir y cerrar la puerta cada vez que una quiera entrar o salir de la casa. Ayer, fácil, la habré hecho levantarse de su silla unas 15 veces ¡sólo en la tarde! Un lujo mil veces mejor que la puerta batiente con que mi mamá sueña instalarme algún día para que yo pueda entrar y salir a mi gusto ¿para que gastar plata en tonterías si está mi abuela que cumple el mismo cometido? Mejor guarda esas moneditas para comprarme crunchi crunchis y ñam ñam, no en vano dicen que se vienen tiempos difíciles así que mejor guardas moneditas para cosas realmente importantes como mi comida. Hay que ser responsable en esta vida y yo lo soy, por eso no me hago problema de quedarme sin mi puerta batiente a cambio de que la vieja se siga levantando de su asiento cada vez que yo quiera entrar o salir. Eso sí, un pequeño defecto tiene mi plan: a veces se le olvida que estoy afuera y tengo que hacerle telepatía a mi mamá para que le grite a la suya un “¡Mamá! ¿Ha visto a la Melí?”, cosa que la veterana pegue un brinco y corra abrirme mientras dice “¡huy! Se me había olvidado que está afuera!”… 

Mi mamá… ¿a ustedes no les pasa a veces que, por mucho que quieran a sus madres, sueñan con morderle el cogote? ¡Díganme que sí por favor! No quiero tener la exclusiva de ser una hija degenerada que se imagina escenas dignas de una película de terror. Por ejemplo ayer en la tarde…


Luego de una fría mañana el sol finalmente había dejado caer sus rayos sobre mi metro cuadrado de pasto, y yo sabía lo que eso significaba ¿ya se lo imaginan? ¡Pajaritos revoloteando! Me instalé feliz de la vida en el jardín, camuflada entre los arbustos, quieta ¡ni un bigote se me movía! Esperanzada, veía como los colibríes y los gorriones iban apareciendo, sabía que con un poco de paciencia y coordinación esa tarde volvería a hincar mis colmillos en una presa de verdad y no en mariposas o arañitas cagonas ¡veía tan cerca mis plumitas! Eso, hasta que mi mamá no tuve mejor idea que plantarse en medio del jardín para empezar a llamarme con esa voz de pelotuda que tan a menudo usa cuando me habla… “Meliiiií ¿dónde está mi guagua? ¡Aaahh! Ahí está ¿tay escondida? ¿Vas a comerte un pajarito? ¡Que linda mi guagua!” Grrraaaaa fuuuuu grrrrrrrr me puse furiosa, si las miradas mataran la Conqui habría caído muerta ahí mismo ¡¿cómo se le ocurre dejarme en evidencia de esa manera?! Se nota que ella no tiene mi espíritu depredador ¡obvio que todos los pajaritos desaparecieron!, y más encima a la tarada se le ocurre comentar “que raro… se fueron los pajaritos ¿qué habrá pasado? Seguro te vieron” ¡fresca! Cómo no se iban a asustar los colibríes y los gorriones con sus gritos, sin mencionar que estaba caminando de un lado a otro del jardín buscándome ¡hasta yo me habría escapado! Vieja loca… de un paraguazo terminó con mi sueño de volver a sentir el gusto de las plumas en mi boca… ¡joder! ¿Entienden ahora porqué soñé con morderle el cogote a mi mamá? Se lo merecía ¿verdad? A ver si un día de estos le enseño un par de cosas sobra cómo cazar, creo que le podrían servir.

Entradas populares de este blog

"Ser animado racional, Varón o mujer"

Ayer me dijeron que yo nunca mencionaba a los hombres y que siempre hablaba de mi mamá, mi abuela, mi tía y mis primas, todas mujeres. También me dijeron que lo más cercano que yo había estado de hablar de algún espécimen de sexo masculino, había sido cuando comentaba las tonteras que hacía el Manchi. Al principio como que me dio lo mismo la pregunta porque no entendí de qué me estaban hablando, pero igual me quedó dando vueltas y pensando en todos los humanos que conozco y con los cuales he convivido en mayor o menor grado, me di cuenta que no conozco a ningún hombre; es decir, tengo una idea de como son porque he visto algunos a la pasada, como los señores que le ponían bencina al auto con una manguerita cuando nos vinimos con mi mamá del sur o el caballero que cortaba el pasto en la casa, pero eso sería todo. Como siempre que algo despierta mi curiosidad, le pregunté a mi mamá sobre el tema pero parece que no me entendió porque se quedó muda, aunque confieso que me tinca prefirió ha...

3 copuchas y 1 comentario

Vamos con las copuchas primero... ¡El papá de la Mila salió en la televisión! ¡Y dos veces! Casi casi que la envidio porque ella tiene papá y yo no, y más encima debe ser importante para que salgan entrevistándolo en la tele. Mi mamá lo vio anoche y me dijo que en el traje que uso para la entrevista se notaban los pelos de la Mila, así que yo me pregunto… ¿eso quiere decir que mi prima también salió en la tele o los puros pelos no cuentan? En todo caso se veían lindos sus pelos rubios sobre el traje oscuro, le daban un toque “cachual” súper dominguero que ojalá mi tío supiera apreciar en vez de andar reclamando por la vida contra los pelos de su hija  cuadrúpeda. Hoy ando en la buena con mi abuela, por mucho que me tire la cola debo reconocer que a veces tiene algunas ideas brillantes que van en directo beneficio mío ¿la última? ¡Calentarme mi ñam ñam! Resulta que mi mamá a la hora de almuerzo me da un tercio de mi latita con paté de salmón y lo que sobra lo guarda en un e...

El paseo

¡Lo pasé bomba en mi pijama Party! y debo confesar que no tenía ninguna gana de volver a mi casa ¿la verdad? es más entretenido vivir rodeada de niños que corren de un lado para otro, que convivir con un par de viejas lateras y que ya me conozco de memoria.   El viernes partí a alojar con mi mamá a Santiago y luego de un viaje relativamente corto, llegamos a la casa de la Mila como a las 4 de la tarde. Durante el camino me porté bien; me fui tranquila en el asiento de atrás escuchando lo que la abuela y la Conqui iban conversando, a veces metía la cuchara y soltaba un miau participativo para que no se fueran a olvidar de mí.  Nos demoramos poco, algo memos de hora y media ¡nada que ver con el viaje desde Puerto Varas a Viña! y entre subidas y bajadas del camino se hizo de noche y de día dos veces: según la Conqui no es que se escondiera el sol y volviera a salir, si no que entramos a unas cosas que se llaman túneles y sirven para acortar camino… ¡podrían hacer un túnel pa...