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El no castigo

Estoy enojada con mi mamá ¿me puede creer que hoy se desapareció todo el día y más encima llegó a la casa con olor a perrito? Fea la actitud, sobre todo teniendo en cuenta que anoche yo me porté súper bien y la regalonié harto, cómo habrá sido que sin que ella tuviera que levantarse a buscarme llegué solita a meterme al hueco de su brazo y, mientras ella me acariciaba, ronroneé todo el rato que la estuve amasando ¿que más muestras de amor quería? Eso sí, debo confesar que lo hice porque tenía la conciencia algo intranquila luego de haber salido detrás de la Pelusa…

Ayer, a la hora del té, yo estaba tranquilamente mirando el mundo pasar detrás de la ventana cuando ¡zas! veo pasar a la Pelusa muy de cola parada por mi muro rumbo al cerro ¡al tiro quise salir a corretearla! Empecé a rechinar los dientes mientras movía mi colita a 1.000 por hora, y cuando mi mamá se dio cuenta de lo que estaba pasando fue tan buena onda que bajó a abrirme la puerta para que yo saliera; eso sí, antes me dijo “Melí, tienes permiso de ir al cerro, pero sólo un ratito, vuelve antes que oscurezca” y debo confesar que no le hice caso y volví a la casa cuando ya estaba oscuro de oscuridad absoluta, Es más, mi mamá salió a llamarme al menos tres veces y yo no le hice caso. Incluso, en una de sus salidas, me vio pasar y me dijo “¡Melí! vuelve enseguida” y yo me hice la sorda y seguí caminando como si tal cosa, no en vano existe entre los humanos ese dicho de “no hay peor sordo que quién no quiere oír”. Bue, el asunto es que volví cuándo yo quise y no cuándo dijo mi mamá, y claro, por mucho que no me haya retado yo sé que estaba enojada conmigo porque anoche no jugamos juntas antes de acostarnos, y eso siempre es mala señal (generalmente pasa cuando está enojada conmigo o le duele la cabeza), y por eso mismo me puse toda mimosa y llegué a dormir solita con ella y le hice todas las gracias que le gustan como ronronear y amasar ¿Manipulación? Sí, puede ser, pero sólo un poquito; que tire una piedra quién no lo haya hecho alguna vez, y si los humanos lo hacen ¿qué tiene de malo que los gatitos también lo hagamos?

Hoy en la mañana pensé que ya todo estaba olvidado, incluso la esperé para desayunar y no quise salir al jardín para no recordarle la escapada del día anterior. Cómo a las 10 y media la Conqui salió ¡y no supe de ella hasta la tarde! Ni siquiera llamó a la hora de almuerzo para saber de mí ¡¿lo pueden creer?! Me tuve que quedar todo el día con mi abuela viendo como tejía ¡sin que me prestara sus ovillos de lana! Era yo sola contra el mundo, y cuando pensé que mis penurías se había terminado al sentir que llegaba mi mamá… ¡naranjas de la china! hedionda a perro llegó. 

Cuando la Conqui vio las ganas con que yo olía sus pantalones, me explico que había estado en la casa de su papá que tiene una perra que vendría a ser algo así como mi tía. Me dijo que es viejita y que se llama Cachupina (entre nos… ¡harto güácala el nombre! y sólo diré eso por respeto a los años que al parecer tiene), y que ya la iba a conocer algún día y que me tenía que portar bien cuándo eso ocurriera…. mmmmmm eso ya lo veremos, porque yo me porto bien con los perritos que se portan bien.
(Ese es mi muro)

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