Hoy me retaron por la maldad que le hice ayer a mi abuela, me dijeron que era una egoísta y que si la viejuja se resfriaba iba a ser mi culpa ¿pero saben qué? ¡Nada que ver! Si la señora se resfría será culpa de ella que no le da permiso a mi mamá para que me instale una de esas puertas batientes para gatitos ¡sería tan fácil! Perfectamente la podrían instalar en la puerta que da al lavadero y así yo no tendría que depender de ellas para entrar y salir de la casa a mi antojo ¡así que cuidadito con achacarme culpas que no me corresponde! ¿Estamos claros? ¿Saben qué? Creo que con tanta marcha que andan haciendo por aquí y por allá es una muy buena opción que yo organice mi propia marcha para exigir la puerta batiente ¡porque todos los gatitos tenemos derecho a circular libremente! ¡Basta de fronteras! ¡Basta de limitaciones! ¡Puerta para todos! ¡Gatos del mundo unidos jamás seremos vencidos!..
Hay que ver las cosas que se me ocurren cuando no salgo de la casa ¿la verdad? me he parqueado casi todo el día porque ha hecho tanto frío que casi no he asomado la nariz al jardín y he dormitado prácticamente toda la tarde bien abrigada por mi mamá, y los otros gatitos del barrio deben pensar lo mismo que yo porque tampoco los he visto pasar al cerro. La mañana estuvo más entretenida porque ayudé a mi mamá con el aseo aunque haya gente que dude de mis capacidades para la limpieza; por ejemplo, mientras la Conqui pasaba el plumero yo se lo empujaba con mis manitos para asegurarme que quedar todo bien limpio, igual que cuando limpió la mesa de vidrio que altiro salté encima para revisar que no hubieran quedado manchas, y si veía alguna mota de polvo me sentaba al lado y empezaba a mover mi colita hasta dejar todo limpio como corresponde.
En un día invernal como el de hoy, aparte del aseo no ha habido mucho que hacer, así que después de almuerzo, y con mi pancita llena de ñam ñam, me puse a buscar chistes de gatitos mientras esperaba que me bajara el sueño para dormir siesta, pero encontré que eran todos bien dome, el único que me hizo atorar de la risa fue este:
Había una vez un marido que odiaba tanto al gato de su esposa que decidió hacerlo desaparecer y por eso lo puso en una bolsa, lo subió al auto y se lo llevó 20 cuadras lejos de la casa. Cuando el tipo volvió a su casa, el gato estaba esperándolo frente a la puerta. Nervioso, el marido repitió la operación pero esta vez se llevó al gato 40 ciaras lejos de la casa y ahí lo dejó. Cuando regresó, de nuevo el gato lo esperaba frente a la puerta. El tipo estaba furia, así que esta vez agarró al gato y se lo llevó 10 cuadras a la derecha, 15 a la izquierda, 30 rectas y 20 más en diagonal; cuando encontró que ya era imposible que el gato encontrara el camino de vuelta a la casa lo bajó del auto y ahí lo dejó. No pasaron ni 10 minutos que el tipo llamó por teléfono a la esposa y le pregunta “Amor ¿el gato está por ahí?”, y la señora le responde “Sí mi cielo, acaba de llegar ¿por qué preguntas?” y la respuesta fue “¡déjame hablar con ese desgraciado que estoy perdido!”
Eso