Según mi mamá, una buena manera de empezar a escribir de nuevo en mi blog sería con un “como decía ayer”, pero yo le dije que no porque ayer no escribí nada, y tampoco antes de ayer ni la semana pasada, y mucho menos el mes pasado ¿cierto? y cuando puse cara de pregunta con mis orejitas bien derechas y la cabeza algo ladeada, ella me empezó a latear con el cuento de un tal Fray Luis de León que era profesor en la Universidad de Salamanca, y que la inquisición se había llevado preso 5 años por no sé qué tontera con unos libros, y que cuando lo habían soltado el señor volvió a la universidad y empezó la clase con cara de gato diciendo “cómo decíamos ayer”, y digo cara de gato porque nosotros somos especialistas en poner cara de “aquí no pasa nada” cuando no queremos que alguien sepa lo que estamos pensando... ¿verdad que sí?
En todo caso, con inquisición o sin ella, aquí estoy de vuelta, más sabia, más chismosa y más hermosa que nunca.
¡Afirmarse los churrines que a partir de mañana el ventilador empieza a funcionar nuevamente!