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¡Gata mala clase!

Hoy escribo cortito porque ando en plan niñita buena regalona a la siga de mi mamá porque anda medio enojada conmigo (aunque por suerte ya se le ha pasado). Lo que ocurrió es que anoche dormí con mi abuela en vez de con ella, y se picó, así que hoy he estado todo el día en plan de hacerle la pata para que me perdone por lo de anoche; como será lo dolida que estaba, que en la mañana no me dio beso de buenos días y tampoco me acarició, tuvo que pasar un buen rato antes de que me hablara… ¿La verdad? no pensé que mi mamá se fuera a molestar tanto por que yo pasara una noche con la vieja más vieja en vez de con ella; creo que esto de tener que dividirme entre dos humanas regalonas puede llegar a ser más complicado de lo que imaginé, sobre todo para una gatita linda como yo porque las dos quieren que le preste más atención a una que a la otra; son celosas, mis humanas y se sacan pica entre ellas cada vez que le hago una gracia a una y no a la otra, pero bue… ¡es lo que hay! Mi corazón es grande y alcanza para las dos, ya se acostumbrarán a compartirme.

Lo bueno de tener una mamá que te quiere, es que por mucho que ande picada siempre se preocupa por ti y te defiende; por ejemplo hoy, a la hora de almuerzo, apareció la gata tricolor y tuve un encuentro cercano con ella… ¿la verdad? mala onda la gata porque me atacó por la espalda. Resulta que yo la vi arriba del muro y subí por el árbol a conversar con ella, pero no me dejó acercarme  mucho y apenas vio asomar mi nariz entre las hojas me hizo fuuu y a mí no me quedó más que hacerle fuuuu de vuelta; no le gustó nada que le respondiera su fuuu, y como no tenía cara de querer hacerse amiga mía me volví por dónde había llegado, y cuando venía bajando por el árbol la muy mala clase ¡me atacó por la espalda! Yo no alcancé a devolverle el zarpazo porque me desestabilicé y empecé a caer descontrolada golpeándome en las ramas del árbol hasta que aterricé en el suelo. Por suerte no me pasó nada y lo único que resultó maltrecho fue mi orgullo, pero quedé ¡furia! y seguí haciendo fuuuuu un buen rato hasta que se me pasó el enojo. En todo caso, la más picada fue la Conqui que le gritó de todo a la gata tricolor e incluso le lanzó unas piedras chicas para asustar a la picante esa que ataca por la espalda ¡¿no le habrán enseñado modales!? está bien pelear, pero una va de frente, no por atrás… fea la actitud de la tricolor.

(Gata tricolor peleadora)


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