Hoy con la Conqui decidimos hacer “domingo domingo” y hemos flojeado todo el día. ¿Que no es domingo y hoy es viernes? no importa, lo de “domingo domingo” se puede hacer cualquier día de semana, sólo hace falta tener las ganas y el tiempo para hacerlo, y es por el factor tiempo que normalmente se hace los domingos o cualquier otro día que sea feriado y las probabilidades de recibir visitas o tener que salir a la calle por cualquier motivo sean bajas.
El “domingo domingo” es un invento de mi mamá que ha sido adoptado por diferentes personas que han sabido apreciar el simple concepto de no hacer nada. Si los domingos uno hace poco ¡imaginen lo que hace un domingo domingo! nada… ¡ni siquiera bañarse! Lo único que hemos hecho hoy fue prepararle almuerzo a mi abuela y hacer la cama, y eso fue a la rápida, más que nada una estirada de colcha para disimular las sábanas arrugadas y listo ¿Vestirse? la Conqui no se bañó, se sacó el pijama, se puso un buzo, se lavó los dientes y la cara y ¡listo! ya estaba vestida. Y eso lo hicimos tarde, pasado el medio día. Antes, estuvimos las dos metidas en la cama mirando televisión ¡rico flojear así cuando el día está feo! aunque lo de feo es relativo porque aquí aún no llueve y hace calorcito, no es como cuando estábamos en Puerto Varas que los días feos eran cuando llovía y llovía y hacía tanto frío que prendíamos la bosca… Ahora que lo pienso, desde que llegamos a Viña no ha llovido un sólo día y por más que he buscado por todas partes, en la casa de mi abuela no hay estufa a leña ¿cómo calentará la casa cuando haga frío? raro… o a lo mejor acá en Viña nunca hace frío y por eso no hace falta hacer fuego para calentarse… ya voy a descubrirlo y les cuento.
Después de almuerzo estuvimos jugando con la Conqui un rato en el jardín, y después ella subió a su pieza y se puso a leer y yo a dormir a su lado hecha pelotita. Como sería lo relajada que estaba que, según mi mamá, soñé y todo. Yo no recuerdo haber soñado, pero parece que gruñía y movía mis manitos y hacía rechinar mis dientes igual que cuando estoy a punto de cazar un pajarito… espero haber pillado alguno en sueños que más no sea, porque en la vida real parece que mejor me voy olvidando de ellos ¡hasta mi abuela me tiene vigilada! ayer estaba a punto de pillar un gorrión cuando ella salió al jardín haciendo harto ruido y claro, el pajarito voló y yo me quedé con las ganas ¿la vieja creerá que no me di cuenta que lo hizo adrede? ¡bah! seré gata pero no tonta. Ahora que lo pienso, en vez de estar escribiendo acá debería irme al jardín a ver si hoy tengo más suerte: mi abuela no está en la casa y la Conqui duerme ¡es mi oportunidad de pillar un pajarito! deséenme suerte, me voy corriendo a tratar de pillar uno :D
El “domingo domingo” es un invento de mi mamá que ha sido adoptado por diferentes personas que han sabido apreciar el simple concepto de no hacer nada. Si los domingos uno hace poco ¡imaginen lo que hace un domingo domingo! nada… ¡ni siquiera bañarse! Lo único que hemos hecho hoy fue prepararle almuerzo a mi abuela y hacer la cama, y eso fue a la rápida, más que nada una estirada de colcha para disimular las sábanas arrugadas y listo ¿Vestirse? la Conqui no se bañó, se sacó el pijama, se puso un buzo, se lavó los dientes y la cara y ¡listo! ya estaba vestida. Y eso lo hicimos tarde, pasado el medio día. Antes, estuvimos las dos metidas en la cama mirando televisión ¡rico flojear así cuando el día está feo! aunque lo de feo es relativo porque aquí aún no llueve y hace calorcito, no es como cuando estábamos en Puerto Varas que los días feos eran cuando llovía y llovía y hacía tanto frío que prendíamos la bosca… Ahora que lo pienso, desde que llegamos a Viña no ha llovido un sólo día y por más que he buscado por todas partes, en la casa de mi abuela no hay estufa a leña ¿cómo calentará la casa cuando haga frío? raro… o a lo mejor acá en Viña nunca hace frío y por eso no hace falta hacer fuego para calentarse… ya voy a descubrirlo y les cuento.
Después de almuerzo estuvimos jugando con la Conqui un rato en el jardín, y después ella subió a su pieza y se puso a leer y yo a dormir a su lado hecha pelotita. Como sería lo relajada que estaba que, según mi mamá, soñé y todo. Yo no recuerdo haber soñado, pero parece que gruñía y movía mis manitos y hacía rechinar mis dientes igual que cuando estoy a punto de cazar un pajarito… espero haber pillado alguno en sueños que más no sea, porque en la vida real parece que mejor me voy olvidando de ellos ¡hasta mi abuela me tiene vigilada! ayer estaba a punto de pillar un gorrión cuando ella salió al jardín haciendo harto ruido y claro, el pajarito voló y yo me quedé con las ganas ¿la vieja creerá que no me di cuenta que lo hizo adrede? ¡bah! seré gata pero no tonta. Ahora que lo pienso, en vez de estar escribiendo acá debería irme al jardín a ver si hoy tengo más suerte: mi abuela no está en la casa y la Conqui duerme ¡es mi oportunidad de pillar un pajarito! deséenme suerte, me voy corriendo a tratar de pillar uno :D