Una de las ventajas de vivir en una casa más grande es que el baño de la Conqui, obviamente, también es más grande y yo lo puedo compartir con ella y eso significa que tengo chipe libre para entrar a intrusearlo cada vez que tengo ganas, tenga o no necesidad de usar mi cantorita; total, ella no tiene cómo saber cuál es el verdadero motivo de mi visita. En la casa vieja mi cantora estaba al lado de la puerta de entrada, lejos de la de ella, y yo no tenía ninguna excusa para entrar a su baño así que cada vez que me pillaba ahí me tocaba escuchar algún comentario tipo “sal de ahí intrusa”, “¿qué estás haciendo Melí? este es mi baño tú tienes el tuyo”, y me echaban con viento fresco y yo me quedaba con ganas de seguir revisando los diferentes mejunjes que la gruñona usa para lavarse el pelo o arreglarse la cara... ¡tiene tantos frasquitos! con razón se demora tanto en estar lista para salir en las mañanas o acostarse en las noches. Es increíble como se complican la existencia los humanos, yo con mi lenguita me limpio entera y quedo preciosa y lista para salir en cualquier momento, la Conqui debería hacer lo mismo, es re fácil: langüetazo por aquí, otro por allá, un par más en las manitos que después se pasan por la cara ¡y listo!
De frasquitos entretenidos, por ejemplo, tiene 3 variedades distintas de una cosa que se llama “crema” y que es un líquido espeso que se pone en la cara y el cuerpo. El del cuerpo es una botella que usa poco, pero las que se pone en la cara no las perdona: un envase color verde para las mañanas y uno color naranja para las noches. Un día que me senté a mirarla con cara de pregunta me contó que eran para las arrugas, y que las arrugas eran la manera que tenían los humanos de mostrar cuanto vivían, y me dijo que mientras más arrugada era una persona, significaba que más había vivido y más experiencia tenía, pero con su explicación me dejó confundida porque para nosotros los gatitos, la experiencia es importante porque te puede salvar la vida y se respeta mucho, así que si las arrugas reflejan la experiencia de los humanos ¿porque tratan de combatirlas con cremas? ¿será que ellos no respetan la experiencia? Raro…
Pero bueno ¿que puedo saber yo de la vida que soy una simple gata? Vamos a lo entretenido: ahora, con un baño más grande, mi cantora y la de la Conqui están juntas y yo puedo entrar y salir a mi antojo sin que me tilden de intrusa. Lo que más me gusta, es entrar a hacer pipí cuando ella está en las mismas, se complica entera porque tiene que abrirme la puerta, y me reta y me dice “¡ni hacer pipí tranquila se puede!”, pero por mucho que reclame igual me abre y yo entro de cola bien parada, escarbo mi arenita, hago lo que tengo que hacer, vuelvo a escarbar y de ahí me siento en el borde de la tina a esperar que ella termine, tire la cadena y mientras limpia mi cantora, yo reviso la de ella… Lo justo es justo ¿o no? si ella juega con mi arenita, yo puedo jugar con la de ella...
De frasquitos entretenidos, por ejemplo, tiene 3 variedades distintas de una cosa que se llama “crema” y que es un líquido espeso que se pone en la cara y el cuerpo. El del cuerpo es una botella que usa poco, pero las que se pone en la cara no las perdona: un envase color verde para las mañanas y uno color naranja para las noches. Un día que me senté a mirarla con cara de pregunta me contó que eran para las arrugas, y que las arrugas eran la manera que tenían los humanos de mostrar cuanto vivían, y me dijo que mientras más arrugada era una persona, significaba que más había vivido y más experiencia tenía, pero con su explicación me dejó confundida porque para nosotros los gatitos, la experiencia es importante porque te puede salvar la vida y se respeta mucho, así que si las arrugas reflejan la experiencia de los humanos ¿porque tratan de combatirlas con cremas? ¿será que ellos no respetan la experiencia? Raro…
Pero bueno ¿que puedo saber yo de la vida que soy una simple gata? Vamos a lo entretenido: ahora, con un baño más grande, mi cantora y la de la Conqui están juntas y yo puedo entrar y salir a mi antojo sin que me tilden de intrusa. Lo que más me gusta, es entrar a hacer pipí cuando ella está en las mismas, se complica entera porque tiene que abrirme la puerta, y me reta y me dice “¡ni hacer pipí tranquila se puede!”, pero por mucho que reclame igual me abre y yo entro de cola bien parada, escarbo mi arenita, hago lo que tengo que hacer, vuelvo a escarbar y de ahí me siento en el borde de la tina a esperar que ella termine, tire la cadena y mientras limpia mi cantora, yo reviso la de ella… Lo justo es justo ¿o no? si ella juega con mi arenita, yo puedo jugar con la de ella...