Ir al contenido principal

En el jardín

Luego de mi fuga, me he portado bien, aunque debo decir que tampoco he tenido muchas opciones de hacer grandes maldades porque me han tenido vigilada, y cada vez que he salido al jardín la Conqui ha llegado de atrás para ver en que ando. Lo gracioso es que se hace la tonta; ella cree que no me doy cuenta lo que está haciendo porque disimula y se pone a leer, o a limarse las uñas (debería hacer scratch scratch en los árboles, es lo mejor para la manicure), o a dar vuelta la ropa que pone a secar después del lavado; cualquier cosa con tal de poner cara de ocupada mientras está en el jardín espiándome ¡vieja sapa! En todo caso, debe ser cierto eso que dicen que quién lo hereda no lo hurta, porque una de las cosas que más me gusta es sentarme en la ventana y mirar todo lo que pasa afuera: puedo pasarme horas tranquila moviendo mi colita mientras veo a la gente pasar o a los niños jugar.

Al frente de la casa hay una cosa que se llaman “columpios”, yo no los conocía. Ahí llegan los niños con sus bicicletas todas las tardes, y se sientan en unas tablas de madera que tienen cadenas y se cuelgan de un palo grueso y se mueven para adelante y para atrás: esos son los columpios. Según la Conqui hacen eso para entretenerse, pero yo no le veo mucha gracia a estar para adelante y para atrás como los cangrejos… Bien raro, si es por entretención, mejor cazar ratoncitos, perseguir la correa o esconderse ¡eso sí que me gusta!

Hoy, para tomarle el pelo a la Conqui y mi abuela me escondí cuando estábamos las tres en el jardín: lo hice para mostrarles que cuando yo quiera me puedo escapar de nuevo, y me trepé al árbol que usé antes de ayer para salir a conocer el mundo. Mi mamá me vió altiro pero no me dijo nada de “bájate” si no que le pidió a la abuela que le llevara mi correa mientras ella no me quitaba los ojos de encima; cuando la tuvo en sus manos, empezó a moverla de un lado para otro, y claro, la tentación fue demasiado fuerte y tuve que bajarme de mi escondite para ir a cazarla… ¡corrí harto! la Conqui la movió por todo el jardín y yo iba de atrás persiguiéndola feliz de la vida. Salté, corrí, me di vueltas, me agazapé e hice todas esas faramallas que hacemos las gatitas cuando jugamos entretenidas, quedé tan cansada, que se me pasaron las ganas de subirme de nuevo al árbol… ahora que lo pienso ¡me tinca que la Conqui lo hizo para distraerme de mis intentos de fuga!… ¡Qué es pilla! y yo lesa, caí redondita con su táctica distractiva. Voy a ver que maldad le hago...



Entradas populares de este blog

"Ser animado racional, Varón o mujer"

Ayer me dijeron que yo nunca mencionaba a los hombres y que siempre hablaba de mi mamá, mi abuela, mi tía y mis primas, todas mujeres. También me dijeron que lo más cercano que yo había estado de hablar de algún espécimen de sexo masculino, había sido cuando comentaba las tonteras que hacía el Manchi. Al principio como que me dio lo mismo la pregunta porque no entendí de qué me estaban hablando, pero igual me quedó dando vueltas y pensando en todos los humanos que conozco y con los cuales he convivido en mayor o menor grado, me di cuenta que no conozco a ningún hombre; es decir, tengo una idea de como son porque he visto algunos a la pasada, como los señores que le ponían bencina al auto con una manguerita cuando nos vinimos con mi mamá del sur o el caballero que cortaba el pasto en la casa, pero eso sería todo. Como siempre que algo despierta mi curiosidad, le pregunté a mi mamá sobre el tema pero parece que no me entendió porque se quedó muda, aunque confieso que me tinca prefirió ha...

3 copuchas y 1 comentario

Vamos con las copuchas primero... ¡El papá de la Mila salió en la televisión! ¡Y dos veces! Casi casi que la envidio porque ella tiene papá y yo no, y más encima debe ser importante para que salgan entrevistándolo en la tele. Mi mamá lo vio anoche y me dijo que en el traje que uso para la entrevista se notaban los pelos de la Mila, así que yo me pregunto… ¿eso quiere decir que mi prima también salió en la tele o los puros pelos no cuentan? En todo caso se veían lindos sus pelos rubios sobre el traje oscuro, le daban un toque “cachual” súper dominguero que ojalá mi tío supiera apreciar en vez de andar reclamando por la vida contra los pelos de su hija  cuadrúpeda. Hoy ando en la buena con mi abuela, por mucho que me tire la cola debo reconocer que a veces tiene algunas ideas brillantes que van en directo beneficio mío ¿la última? ¡Calentarme mi ñam ñam! Resulta que mi mamá a la hora de almuerzo me da un tercio de mi latita con paté de salmón y lo que sobra lo guarda en un e...

El paseo

¡Lo pasé bomba en mi pijama Party! y debo confesar que no tenía ninguna gana de volver a mi casa ¿la verdad? es más entretenido vivir rodeada de niños que corren de un lado para otro, que convivir con un par de viejas lateras y que ya me conozco de memoria.   El viernes partí a alojar con mi mamá a Santiago y luego de un viaje relativamente corto, llegamos a la casa de la Mila como a las 4 de la tarde. Durante el camino me porté bien; me fui tranquila en el asiento de atrás escuchando lo que la abuela y la Conqui iban conversando, a veces metía la cuchara y soltaba un miau participativo para que no se fueran a olvidar de mí.  Nos demoramos poco, algo memos de hora y media ¡nada que ver con el viaje desde Puerto Varas a Viña! y entre subidas y bajadas del camino se hizo de noche y de día dos veces: según la Conqui no es que se escondiera el sol y volviera a salir, si no que entramos a unas cosas que se llaman túneles y sirven para acortar camino… ¡podrían hacer un túnel pa...