Ir al contenido principal

Las razas

¿Les conté que en mi barrio nuevo hay hartos perros? ¡y todos distintos! lo único que tienen en común son las cuatro patas y que hacen guau guau, aunque algunos ladran con voz de pito y otros son bien roncos. Aunque todavía no converso de cerca con ninguno de ellos, ya tengo a varios identificados con sus diferentes formas y colores; además, cuando mi abuela me ve en la terraza mirándolos, me dice como se llaman y me empieza a contar sus vidas. Por ejemplo, en la casa de al lado viven dos perritos que se llaman Ramsey y Wolf.

Ramsey es una cosa chica de pelos largos que parece trapero despeinado; se la pasa metiendo ruido cada vez que se asoma al balcón de su casa, y cuando me ve ladra más fuerte aún ¿pensará que soy sorda? Yo creo que ladra y ladra como desaforado para llamar la atención, porque es tan chico que si no mete ruido nadie lo ve. Según mi abuela que sabe harto de perritos, Ramsey es lo que llaman yorkshire, lo que me parece un nombre muy largo para alguien tan chico.

Wolf tiene nombre chico pero es perro grande, a ese no lo he visto pero sí lo escucho ladrar y es ronco, potente, con voz de que debe morder fuerte. Según mi abuela, él es un bullterrier, y la Conqui me ha dicho que no se me ocurra irme a meter a su jardín porque de un sólo tarascón me puede mandar al patio de los callados (ni idea dónde quedará eso, pero por la cara que pone mi mamá no debe ser un sitio bonito). Lo de morder fuerte parece que es cierto, porque mi abuela me contó que un día Wolf se enojó con Ramsey y lo mordió bien mordido y al pobre yorkshire tuvieron que llevarlo de urgencia al veterinario para que lo cosieran y el trapero con patas tuvo que pasar varios días tomando remedios… pobre.

En una de las casas de más lejos vive un perro con una pinta de lo más sabrosa que me recordó a unas cosas largas que la Conqui compraba en Puerto Varas para ponerle a las lentejas y que eran muy ricas (longaniza parece que se llamaban). La primera vez que descubrí a la longaniza caminante yo estaba en la terraza de mi abuela, y empecé a mover mi colita muy rápido por los nervios que me dio ver algo tan rico paseando por ahí ¡feliz le habría pegado un mordisco!… como sería lo fuerte que movía mi cola, que la vieja se asomó para ver que era lo que me tenía tan ansiosa, y ahí me dijo que eso era un perro de raza salchicha ¡Un perro! no lo podía creer, yo ya me estaba saboreando con la longaniza de mis sueños y en dos palabras mi abuela me dejó con las ganas, porque una cosa es morder una longaniza pero otra muy diferente es morder un perro por muy longaniza que parezca...

Según la Conqui la raza es lo que hace especial a un determinado grupo de perros, y me dió el ejemplo de los salchichas y me dijo que eso de ser largos y paticortos es la característica de su raza. Después de su explicación yo me quedé pensando y ¿la verdad? con tanto perro diferente dando vueltas por el barrio, y tantos nombres que sabe mi abuela, no puedo dejar de preguntarme si los humanos y los gatitos también tenemos razas o eso es sólo cosa de perros, y si los gatos también tenemos raza ¿qué raza seré yo? La que sea, debe ser una muy linda porque esa es mi característica ¡el ser preciosa!

(Ese es un perro de raza ñam ñam)

Entradas populares de este blog

"Ser animado racional, Varón o mujer"

Ayer me dijeron que yo nunca mencionaba a los hombres y que siempre hablaba de mi mamá, mi abuela, mi tía y mis primas, todas mujeres. También me dijeron que lo más cercano que yo había estado de hablar de algún espécimen de sexo masculino, había sido cuando comentaba las tonteras que hacía el Manchi. Al principio como que me dio lo mismo la pregunta porque no entendí de qué me estaban hablando, pero igual me quedó dando vueltas y pensando en todos los humanos que conozco y con los cuales he convivido en mayor o menor grado, me di cuenta que no conozco a ningún hombre; es decir, tengo una idea de como son porque he visto algunos a la pasada, como los señores que le ponían bencina al auto con una manguerita cuando nos vinimos con mi mamá del sur o el caballero que cortaba el pasto en la casa, pero eso sería todo. Como siempre que algo despierta mi curiosidad, le pregunté a mi mamá sobre el tema pero parece que no me entendió porque se quedó muda, aunque confieso que me tinca prefirió ha

Maniobra de Heimlich

Lo confieso: he estado ociosa los últimos días, pero tengo una excusa muy buena, y es que… naaaaa, no tengo excusa posible; me podría inventar alguna, pero si algo me ha enseñado mi mamá es que mentir es malo y que uno siempre debe asumir la consecuencia de sus actos, sobre todo cuando ha metido la pata, y ella sí que sabe de meter la pata ¡si yo les contara! ¿Saben cuál fue la última? ¡Ponerle demasiado peperoncciono a la carbonada! Vieran como tosía mi abuela cuando la probó por primera vez… ¡Cof! ¡Cof! ¡Cof! hacía la pobre vieja mientras los ojitos se le ponían brillantes tratando de retar a mi mamá por lo picante de la comida. Cómo sería el escándalo que yo estaba en el cerro e igual escuché todo el barullo y volví corriendo a la casa para ver que estaba pasando y si podía ayudar en algo, no sé, tal vez haciéndole la maniobra de Heimlich a la veterana ¡y no se rían! es tan flaquita la señora que estoy segura que si agarro vuelo y salto sobre sus pulmones, cualquier cosa que estuvi

Hoy aprendí una palabra nueva

¡Ayer en la tarde quedó la cagada! El Manchi se fue de reto bien retado. Resulta que la Conqui tenía un frasco con un mix de las flores de Bach que mi abuela le había preparado (parece que la vieja es medio bruja), y al tarado del Manchi le dio por jugar con la brujería esa. La Conqui le dijo dos veces “no”, a la tercera escondió el envase dentro de uno de los tazones del café que tiene colgando en la cocina, y el tarado del flacuchento ese, de alguna forma pilló las gotitas, sacó el frasco con su mano y ¡crash! en viaje directo al suelo… Empezaron los gritos ¡y qué gritos! ¡y que palabras! Hubo varias que busqué en el diccionario, pero la única que pillé fue “huevón” , y eso se lo dijo más de una vez antes de agarrarlo del pellejo, tirarlo para el jardín, y cerrar la puerta tan fuerte que los vidrios temblaron. Yo me asusté al menos los primeros 3 minutos, después me dio risa ver al Manchi en apuros… ¡una vez más! Según la Conqui que la luna le debe afectar el carácter, y como ayer fu