Debo decir que esto de llevar un diario de vida a vista y paciencia de la parentela puede ser causa de más de un dólor de cabeza, no tanto para mí si no que para la Conqui ya que es a ella quién le toca recibir las quejas por lo que escribo o dejo de escribir… gente cobarde que no se atreve a decirme las cosas a la cara, eso no se hace, me tinca que a ellos nadie les ha enseñado que lo de andar mandando recados es feo. Por ejemplo mi prima Mila, ella apenas entiende cuando le dicen “no te comas eso”, pero gracias a que su mamá sí sabe leer, está absolutamente enterada de todo lo que escribo acerca de ella y resulta que ahora, para evitarle problemas a mi mamá, ya no puedo decirle borde porque si lo hago la molestan a ella diciendo que yo soy peleadora ¿La opción? no hablar más de la border, pero déjenme que les aclare una cosa: es mil veces mejor que hablen de uno a que lo ignoren, así que la perrita más vale que agradezca ser digna de mi atención, y que tenga claro que si digo todo lo que digo no es mi culpa si no que de su mamá y mi abuela; yo sólo me limito a recoger la información que ellas intercambian durante sus conversaciones telefónicas con comentarios tipo…
- ¿Qué maldad hizo hoy la Mila?
- Hoy se ha portado bien, sólo ha hecho tres agujeros en el jardín y se comió un par de zapatos.
- ¡Qué mala!
- Sip mi Bebé Boo Boo es malita
¿Ven? Si digo que la perrita es mala, no es porque yo me lo invente, si no porque escucho las quejas de su propia mamá contándole a mi abuela que si se comió esto o aquello, o si hizo un agujero aquí y otro allá, o si le rompió los deberes a una y los zapatos al otro; le duela a quién le duela, yo no he dicho ninguna mentira (y eso que no he chismeado nada de la alfombra que se comió a pesar que lo supe desde el primer día).
Si en algo he pecado, es en no decir que la Mila es bonita como casi todas las rubias (me ahorro la parte de la tontera porque eso es ser prejuicios y yo no lo soy), tampoco he dicho que mmmm que… No se me ocurre ninguna otra cosa buena que decir… ¡ah! tiene una lengua rosada preciosa que siempre le cuelga para un lado y una nariz negra que brilla como botón, y unas orejitas suaves que mueve según de dónde vengan los ruidos que atraen su atención ¿lo mejor? sus ojitos cafés que brillan curiosos como queriendo comerse al mundo ¿la verdad? es bien exquisita la tontorrona (aunque aquí lo dije y aquí lo niego), su único problema es que es cachorra, pero por suerte eso se soluciona con la edad...
(Si queremos que la perrita madure, partamos por llamarla por su nombre y no "Bebe BooBoo"... ¡por favor!)