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Entre copuchentas nos entendemos

¡Aleluya! hoy no me dejaron solita en la casa, aunque me hicieron trabajar, sobre todo mi abuela que me tuvo haciendo aseo toda la mañana y después estuve supervisando la preparación del almuerzo (tenía que vigilar el pollo para que no saliera volando pilucho porque estaba sin plumas); además de todo eso, cada cierto rato tenía que salir al jardín para revisar que la ropa se estuviera secando bien, porque tempranito en la mañana mi abuela puso dos cargas de lavadora con la ropa sucia, y en una de esas casi ¡casi! que me mete a mi en la lavadora porque justo cuando se puso a cargarla yo estaba oliendo el canasto de la ropa sucia y como que me agarró la cola, y yo creo que lo hizo con malas intenciones porque no le gusta que yo ande supervisando lo que hace, dice que la pongo nerviosa, que se siente observada ¿saben qué? me tinca que debe ser porque tiene la conciencia sucia, si no fuera así le daría lo mismo que yo me esconda detrás de las esquinas a ver que está haciendo que, por lo demás, es casi lo mismo que hace ella con los vecinos; es igual de copuchenta que yo, sabe perfecto todo lo que pasa en el barrio y los horarios de todos los humanos, también conoce el nombre de los perritos y los días que viene el del basura y todo eso, y si lo sabe, es porque es igual de curiosa que yo, debe ser por eso que me entretengo tanto con ella.

En otro orden de cosas, tengo une reclamo formal contra  mi tía gritona y mi prima Antonia: por culpa de ellas dos que le mandan invitaciones a mi mamá para jugar tonteras en Facebook, hoy casi no me presta el computador porque se se la pasó pegada reuniendo colores, dulces y no sé que otras estupideces… Vieja ociosa, en vez de pasar con el trasero apernado a la silla, debiera preocuparse de mantener mi platito lleno de ñam ñam y crunchi crunchis en vez de tenerlo medio vacío como está ahora: acabo de bajar a la cocina con ganas de picar algo ¿y con que me encuentro? ¡nada! Mal, mal, mal, está noche de nuevo no dormiré con ella: la Conqui debe aprender que el computador es mío a partir de las 6 de la tarde y que mis platitos siempre deben tener comidita (eso, sin contar con que mi cajita de arena debe estar siempre impecable).

 (Vigilando, siempre vigilando...)

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