Ir al contenido principal

Lunes de lluvia

¡Otro lunes! y otra semana que empieza, aunque debo confesar que tanta lluvia me tiene con pocas ganas de empezar nada ¿lo peor? con la excusa que hoy es lunes y no fin de semana, mi mamá no quiso acostarse a dormir siesta después de almuerzo, así que yo tampoco pude dormir siesta tapada con un chal y acomodada feliz de la vida en el hueco de su brazo lo que, definitivamente, me parece una injusticia. Estoy segura que en alguna parte del Código Civil, ese enorme libraco azul que regula (o al menos trata de hacerlo) la conducta y normas de convivencia de los humanos, está escrito que es obligación de las mamás dormir siesta con sus hijos los días de lluvia, y si esa ley no existe ¡debería existir! Es una maldad que una pobre gatita como yo ande vagando triste de cama en cama buscando dónde dormir, sobre todo considerando que los dos últimos días los pasé abrazada a mi mamá, calentita y bien regaloneada. Eso es lo que más me gusta de los fines de semana: tener a la Conqui para mi sola sin que le remuerda la conciencia (a ella) por no estar haciendo algo más productivo que jugar conmigo… ¡por favor! ¿qué mejor manera de pasar el tiempo puede existir que estar pendiente de los deseos de una maravilla como yo puede? Y no, no es soberbia de mi parte, es la simple constatación de un hecho práctico.


Cambio de tema y raspacachos para mi abuela: esa señora no me respeta para nada. Cada vez que puede usa alguna excusa para pegarme un par de palmadas en mi adorable trasero. Hoy por ejemplo, yo estaba feliz de la vida arriba del mesón ayudando a mi mamá a preparar las hamburguesas para el almuerzo, cuando la vieja cascarrabias llegó por atrás,  me tomó en brazos y me dejó de mala manera en el suelo previo pegarme me dos manotazos ¡desubicada! quise hacerle fuuuu para asustarla, pero mi mamá me enseñó que no se habla con la boca llena y la mía justo estaba llena con la carne que iban a almorzar ellas y que yo estaba probando para asegurarme que no estuviera envenenada. Y como si la humillación de la hora de almuerzo no hubiera sido suficiente, después me siguió retando cuando quise ayudarla a arreglar un Rosario que le regalaron ¡pesada! yo sólo quería sujetarlo para que no se arrancara, pero ella igual llamó a mi mamá para acusarme cuando me vio arriba de su mesa de trabajo diciéndole “llévate a tu hija que me está molestando”. Por suerte mi mamá la ignora en esas situaciones y le dijo: “la Melí es niño, y como buen niño tiene que entretenerse en algo mientras no pueda salir a jugar al jardín por culpa de la lluvia” ¡Linda mi mamá! después de eso ella me dio un beso y se fue, y yo moví mi colita más fuerte feliz por haber ganado. Eso sí, cuando tengo permiso para hacer algo, ya como que se me pasan las ganas de hacerlo así que le dí la espalda a mi abuela y me puse a mirar llover...


Entradas populares de este blog

"Ser animado racional, Varón o mujer"

Ayer me dijeron que yo nunca mencionaba a los hombres y que siempre hablaba de mi mamá, mi abuela, mi tía y mis primas, todas mujeres. También me dijeron que lo más cercano que yo había estado de hablar de algún espécimen de sexo masculino, había sido cuando comentaba las tonteras que hacía el Manchi. Al principio como que me dio lo mismo la pregunta porque no entendí de qué me estaban hablando, pero igual me quedó dando vueltas y pensando en todos los humanos que conozco y con los cuales he convivido en mayor o menor grado, me di cuenta que no conozco a ningún hombre; es decir, tengo una idea de como son porque he visto algunos a la pasada, como los señores que le ponían bencina al auto con una manguerita cuando nos vinimos con mi mamá del sur o el caballero que cortaba el pasto en la casa, pero eso sería todo. Como siempre que algo despierta mi curiosidad, le pregunté a mi mamá sobre el tema pero parece que no me entendió porque se quedó muda, aunque confieso que me tinca prefirió ha...

3 copuchas y 1 comentario

Vamos con las copuchas primero... ¡El papá de la Mila salió en la televisión! ¡Y dos veces! Casi casi que la envidio porque ella tiene papá y yo no, y más encima debe ser importante para que salgan entrevistándolo en la tele. Mi mamá lo vio anoche y me dijo que en el traje que uso para la entrevista se notaban los pelos de la Mila, así que yo me pregunto… ¿eso quiere decir que mi prima también salió en la tele o los puros pelos no cuentan? En todo caso se veían lindos sus pelos rubios sobre el traje oscuro, le daban un toque “cachual” súper dominguero que ojalá mi tío supiera apreciar en vez de andar reclamando por la vida contra los pelos de su hija  cuadrúpeda. Hoy ando en la buena con mi abuela, por mucho que me tire la cola debo reconocer que a veces tiene algunas ideas brillantes que van en directo beneficio mío ¿la última? ¡Calentarme mi ñam ñam! Resulta que mi mamá a la hora de almuerzo me da un tercio de mi latita con paté de salmón y lo que sobra lo guarda en un e...

Las castañas con la mano del gato

Los humanos después de hacer ñam ñam tienen la costumbre de comer una cosa que se llama postre y suele ser dulce (seguro que por eso se les pican los dientes). Ustedes se estarán preguntando ¿y a pito de qué la Melí saca el postre al tapete? Bue, resulta que de postre hoy mi abuela se comió unas castañas que le regaló la mamá de la Mila, y cuando estaba abriendo el frasco le dijo a mi mamá “trae a la Melí para que saque las castañas”, a lo que la Conqui le respondió “vieja fome”; debo decir que yo no entendí nada, no supe a qué se refería mi abuela ni que relación tenía yo con eso del postre ¡y mucho menos con las castañas! Así que después de almuerzo, y aprovechando que afuera hace frío, le pedí a prestado el computador a mi mamá para investigar qué había querido decir mi abuela. Eso sí: que conste en acta que le pedí a mi mamá que me explicara todo el entuerto, pero me respondió que ella quería dormir siesta, que la abuela se había referido a un refrán y que como yo estaba grande po...