No sé a ustedes, pero a mi me gustan los lunes, son como empezar una lata nueva de ñam ñam llena de comidita y que cuando le das el primer mordisco, ya te haces una idea de qué gusto va a tener el resto.
Según mi teoría de la lata de comida, esta semana va a estar movida porque la Conqui y mi abuela partieron temprano a hacer trámites, como será que antes de las 08:00 ya me habían dejado solita en la casa, y si ellas despertaron temprano significó que yo también tuve que hacerlo porque me tocó levantarme para que hicieran la cama. Normalmente me levanto antes de eso, pero como hoy madrugaron… pues eso. Como será que ni tomaron desayuno, pero por suerte antes de salir mi mamá se encargó –como siempre– de llenar mis platitos con crunchi crunchis, ñam ñam y agua fresca además de limpiar mi cajita de arena.
Según la Conqui, cuando uno no come y no sale en la televisión se llama “ayuno”, y si no comes y sales en la televisión, se llama “huelga de hambre”. ¿La verdad? me da lo mismo como se llame, sólo sé que agradezco no me hayan incluido en su ayuno ¿me pueden creer que el par de locas salió de la casa sin siquiera tomarse un vaso de jugo? A mi no se me ocurriría salir de la casa con la guatita vacía. Ayer por ejemplo, aproveché que era domingo y tenía el día libre y me fui de paseo temprano en la mañana, eso sí, primero me comí todo mi ñam ñam y varios crunchi crunchis y después salí: me subí al árbol, salté al muro y desaparecí un buen rato, pero no pienso contar que hice durante mi paseo porque sé que mi mamá lee mi diario a escondidas y no quiero que sepa que me caí del árbol. Por suerte no me pasó nada y fue sólo el susto, como será que me pasé el resto del domingo dentro de la casa regaloneando con mi abuela mientras mi mamá miraba como tonta televisión ¿les cuento un chisme? ¡la cochina ayer no se bañó en todo el día! a lo más se sacó el pijama y se puso un buzo y no salió de la casa en todo el santo día… bue, la verdad que yo hice lo mismo después de mi paseo porque hacía harto frío y preferí quedarme pegada al radiador.
¿Les conté del radiador? son unas cajas blancas con rejilla en la parte superior y que están pegadas al muro ¡y por ahí sale calor! en cada pieza de la casa hay una de esas cajas maravillosas que funcionan sin fuego ni nada ¿se imaginan? no hay que acarrear ni picar leña, y tampoco se ahuma la casa cada vez que se prende (debo decir que la Conqui era bien torpe con la bosca y hasta el día de hoy le queda ropa con olor a humo de cuando vivíamos en Puerto Varas). Para que el radiador funcione, sólo hay que girar una perilla ¡y listo! ¿lo pueden creer? Yo nunca en mi vida había visto algo así ¿será algo típico de Viña?
Según mi teoría de la lata de comida, esta semana va a estar movida porque la Conqui y mi abuela partieron temprano a hacer trámites, como será que antes de las 08:00 ya me habían dejado solita en la casa, y si ellas despertaron temprano significó que yo también tuve que hacerlo porque me tocó levantarme para que hicieran la cama. Normalmente me levanto antes de eso, pero como hoy madrugaron… pues eso. Como será que ni tomaron desayuno, pero por suerte antes de salir mi mamá se encargó –como siempre– de llenar mis platitos con crunchi crunchis, ñam ñam y agua fresca además de limpiar mi cajita de arena.
Según la Conqui, cuando uno no come y no sale en la televisión se llama “ayuno”, y si no comes y sales en la televisión, se llama “huelga de hambre”. ¿La verdad? me da lo mismo como se llame, sólo sé que agradezco no me hayan incluido en su ayuno ¿me pueden creer que el par de locas salió de la casa sin siquiera tomarse un vaso de jugo? A mi no se me ocurriría salir de la casa con la guatita vacía. Ayer por ejemplo, aproveché que era domingo y tenía el día libre y me fui de paseo temprano en la mañana, eso sí, primero me comí todo mi ñam ñam y varios crunchi crunchis y después salí: me subí al árbol, salté al muro y desaparecí un buen rato, pero no pienso contar que hice durante mi paseo porque sé que mi mamá lee mi diario a escondidas y no quiero que sepa que me caí del árbol. Por suerte no me pasó nada y fue sólo el susto, como será que me pasé el resto del domingo dentro de la casa regaloneando con mi abuela mientras mi mamá miraba como tonta televisión ¿les cuento un chisme? ¡la cochina ayer no se bañó en todo el día! a lo más se sacó el pijama y se puso un buzo y no salió de la casa en todo el santo día… bue, la verdad que yo hice lo mismo después de mi paseo porque hacía harto frío y preferí quedarme pegada al radiador.
¿Les conté del radiador? son unas cajas blancas con rejilla en la parte superior y que están pegadas al muro ¡y por ahí sale calor! en cada pieza de la casa hay una de esas cajas maravillosas que funcionan sin fuego ni nada ¿se imaginan? no hay que acarrear ni picar leña, y tampoco se ahuma la casa cada vez que se prende (debo decir que la Conqui era bien torpe con la bosca y hasta el día de hoy le queda ropa con olor a humo de cuando vivíamos en Puerto Varas). Para que el radiador funcione, sólo hay que girar una perilla ¡y listo! ¿lo pueden creer? Yo nunca en mi vida había visto algo así ¿será algo típico de Viña?
(Lo que más me gusta de los radadiadores es que me puedo sentar arriba de ellos ¡y no me quemo!)