Hoy comí por primera vez unas cosas largas que según la Conqui se llaman tallarines y debo decir que me gustaron tanto que dejé el plato limpio.
Los tallarines no eran míos, se los robé a mi mamá cuando la llamaron por teléfono y ella no pudo hacer nada por evitar que me los comiera: era una llamada de trabajo así que no pudo ponerse a gritar “¡deja eso Melí!” o cualquiera de esas tonterías que dice cuando no le gusta lo que hago, y tampoco pudo quitarme el plato porque mientras hablaba por teléfono tecleaba algo que le decían en su computador, así que yo ignoré sus morisquetas silenciosas y seguí comiendo feliz de la vida.
Cuando terminó de hablar yo ya estaba lengüeteando el plato y sólo atinó a tomarme esta foto…
(En venganza, ella guardó mis galletitas pero al menos no se las comió...)
Los tallarines no eran míos, se los robé a mi mamá cuando la llamaron por teléfono y ella no pudo hacer nada por evitar que me los comiera: era una llamada de trabajo así que no pudo ponerse a gritar “¡deja eso Melí!” o cualquiera de esas tonterías que dice cuando no le gusta lo que hago, y tampoco pudo quitarme el plato porque mientras hablaba por teléfono tecleaba algo que le decían en su computador, así que yo ignoré sus morisquetas silenciosas y seguí comiendo feliz de la vida.
Cuando terminó de hablar yo ya estaba lengüeteando el plato y sólo atinó a tomarme esta foto…