¡Anoche me pisaron la cola! ¡y me dolió harto! La Conqui que fue la culpable.
Ella estaba lavando los platos y yo me senté a su lado esperando que terminara para ver si me caía algún crunchi crunchi extra, y mi cola estaba ordenadamente estirada al lado de sus pies así que cuando ella terminó de lavar y quiso ir a apagar el computador se tropezó con mi cola ¡y me la pisó! yo no pude evitar soltar un “MIAAAUU” bien fuerte, y más fuerte fue el segundo cuando vi la cara de espanto de ella y caché que podía sacar ganancias del incidente: dicho y hecho, la tuve de trapero el resto de la noche y aproveché de hacerme la mártir con el Manchi ¿cómo lo hice? fácil, me escondí detrás del sillón, le tiré un par de zarpazos sin que la Conqui me viera , salí de mi escondite para ponerme en algún lugar que ella me viera y claro, el Manchi llegó a los dos segundos a devolverme el ataque, pero yo me quedé quieta agazapada como si tuviera susto y, obviamente, la Conqui que estaba con remordimiento de conciencia por pisarme la cola lo retó a él por atacarme!!!! y más se picó el Manchi y más me quiso pegar, y más drama hice yo: me fui a meter debajo de la cama y ahí me quedé su buena media hora riéndome de la Conqui que estaba en cuatro patas tratando de convencerme que saliera de mi escondite, y del Manchi que estaba enojado conmigo por haberle pegado y por el reto que recibió por “molestarme”.
¿La guinda de la torta? esta mañana mi mamá seguía con remordimiento de conciencia por lo de la cola, así que cuando me senté al lado de ella con ojitos de pena mientras se comía su avena del desayuno, no tuvo corazón para bajarme de la mesa como los otros días y me pasó el plato a mí… ¡rica la avena!
¿La guinda de la torta? esta mañana mi mamá seguía con remordimiento de conciencia por lo de la cola, así que cuando me senté al lado de ella con ojitos de pena mientras se comía su avena del desayuno, no tuvo corazón para bajarme de la mesa como los otros días y me pasó el plato a mí… ¡rica la avena!
Desayunando