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Comida nueva

Hoy nos vengamos de nuevo con el Manchi, aunque fue él quién partió todo porque a las 5 se puso a molestar y a la Conqui no le quedó más levantarse a echarlo, pero el flacuchento no tenía ganas de jarana si no que de molestar así que no pasaron ni diez minutos que se puso a maullar y a arañar para que le abrieran. La Conqui se hizo la loca hasta las 7 que fue mi turno de empezar el show: funcionó mejor porque ahí se levantó, abrió la puerta y se repitió el ceremonial mañanero de comida, agua, limpiar mi cantora y recién ahí, pensar en tomarse su jugo. Esta vez no se hizo el café si no que se volvió a la cama, y cómo se había puesto a llover nos acostamos con ella los dos felices con la guatita llena. Fue una mañana de relajo.

Lo más entretenido de hoy, es que por primera vez comí una cosa que se llama pollo ¡rico! la Conqui me explicó que era parecido a los pajaritos pero mucho MUCHO más grande. Eso sí, este venía pilucho y sin cabeza y estaba calentito porque estaba cocinado. Cómo ella me explica todo, me dijo que cocinado era cuando lo ponen en el fuego para que cambie de sabor, color y olor… Complicados los humanos, es harto más fácil comerse los pajaritos tal cuál uno los pesca, y sin empiluchar. Además, cuando son frescos como me los como yo, siguen calentitos ¡ricos! Eso sí, es un agrado que las plumitas no te hagan cosquillas en la garganta.

(Relajo total)

*Hoy escribo apurada, más temprano y cortito para que los que perdieron el vuelo a Maui alcancen a leerme mientras hacen hora lateados en el aeropuerto de Los Ángeles ;)



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