Hoy el día empezó bien, conmigo feliz de la vida jugando en el jardín con el Manchi luego de haber dormido rico abrazada a mi mamá. La Conqui salió sola y nos dejó a los dos afuera así, que no tengo nada que alegar sobre que si se van ellos dos de paseo juntos y no me llevan, el problema es otro ¡mucho más grave!…
Necesito ayuda para saber dónde se ponen las denuncias por maltrato de gatitas lindas como yo porque hoy la Conqui me torturó, me amarró con su delantal de cocina, me obligó a abrir la boca, me sujetó las manos, me apretó con sus piernas y mil maldades más, todo para hacerme tragar una píldora que yo no quería. Por suerte me defendí bien defendida, y la arañé entera, y me zafé de sus piernas y brazos varias veces hasta que me dejó tranquila… y sin haberme tomado el remedio que me quería dar. Después, la muy tonta, creyendo que yo soy más tonta que ella, me quiso hacer lesa mezclando la pastilla con el ñam ñam rico que me da cuando me porto bien, pero no me pudo hacer lesa, yo al tiro pillé que la comidita estaba con algo raro y ahí se la dejé botada… ¡Toma! para que aprenda.
Por lo que me contó mientras trataba de convencerme de que me la tomara, la pastilla se la dio mi doctora porque hoy en la mañana fue a verla para acusarme que a veces me rasco el poto con la alfombra, y según le dijo podía ser que tengo gusanitos en mi guatita porque ya eran 3 meses desde que me habían despararitado la última vez, y que sería bueno repetir el procedimiento ¡y eso pretendió hacer la bruja! ¡Tarada! ¿cómo se le ocurre que yo voy a tener cosas raras en mi guata? yo soy una Dama, con mayúscula; una gatita preciosa que no tiene nada que ver con esas asquerosidades de lombrices por mucho que me guste comer lauchas y pajaritos ¡que se tome ella el antiparasitario si quiere! ¿yo? no pienso, y menos con ese olor horrible que tiene, y ese gusto amargo asqueroso. Si pudiera, le habría hecho un corte de manga ¿qué se cree? ¡pesada!
Necesito ayuda para saber dónde se ponen las denuncias por maltrato de gatitas lindas como yo porque hoy la Conqui me torturó, me amarró con su delantal de cocina, me obligó a abrir la boca, me sujetó las manos, me apretó con sus piernas y mil maldades más, todo para hacerme tragar una píldora que yo no quería. Por suerte me defendí bien defendida, y la arañé entera, y me zafé de sus piernas y brazos varias veces hasta que me dejó tranquila… y sin haberme tomado el remedio que me quería dar. Después, la muy tonta, creyendo que yo soy más tonta que ella, me quiso hacer lesa mezclando la pastilla con el ñam ñam rico que me da cuando me porto bien, pero no me pudo hacer lesa, yo al tiro pillé que la comidita estaba con algo raro y ahí se la dejé botada… ¡Toma! para que aprenda.
Por lo que me contó mientras trataba de convencerme de que me la tomara, la pastilla se la dio mi doctora porque hoy en la mañana fue a verla para acusarme que a veces me rasco el poto con la alfombra, y según le dijo podía ser que tengo gusanitos en mi guatita porque ya eran 3 meses desde que me habían despararitado la última vez, y que sería bueno repetir el procedimiento ¡y eso pretendió hacer la bruja! ¡Tarada! ¿cómo se le ocurre que yo voy a tener cosas raras en mi guata? yo soy una Dama, con mayúscula; una gatita preciosa que no tiene nada que ver con esas asquerosidades de lombrices por mucho que me guste comer lauchas y pajaritos ¡que se tome ella el antiparasitario si quiere! ¿yo? no pienso, y menos con ese olor horrible que tiene, y ese gusto amargo asqueroso. Si pudiera, le habría hecho un corte de manga ¿qué se cree? ¡pesada!