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Casa mirando al sur

Como que desaparecieron los ratoncitos; ya van 4 días que no pillo ninguno… o al menos eso cree la Conqui porque no le he llevado nada a la casa. Lo que no sabe, es lo que yo hago cuando me desaparezco por las mañanas, y por las tardes. Han estado tan ricos estos días que los he pasado en el jardín. Además, afuera está más calentito que adentro de la casa porque como está orientada al sur, es bien fresca.

Eso de estar orientada al sur no es invento mío, se lo dijo a la Conqui su vecina que es arquitecto. Yo no sabía que era un “arquitecto” así que tuve que googlearlo para saber: es la persona que “proyecta y construye casas”. Entretenido ese trabajo. A mi me gustaría que me construyeran una casa, incluso se lo podría pedir a la vecina, pero parece que no le gustan mucho las gatitas lindas como yo porque cada vez que quiero meterme a su cocina para saludarla me grita “¡fuera gato!”… ni siquiera se ha dado cuenta que soy gata y no gato. ¿Lo peor de todo? la Conqui no le dice nada a ella por echarme de su casa, y más encima es a mí a la que reta por intrusa, me dice “no te vayas a meter allá, no seas copuchenta Melí, deja a la vecina tranquila”. Pero no se trata de intrusismo, es únicamente la necesidad de estar informada, hay que saber lo que pasa en el mundo, es por eso que los humanos leen los diarios y miran las noticias en televisión. Si uno sabe qué está pasando en el mundo puede tomar mejores decisiones (o eso se supone), y los gatitos no somos muy distintos: yo tengo que saber como es la casa de la vecina por si algún día necesito algo de allá.. crunchi crunchis por ejemplo (de lo que he podido ver, parece que no tiene).

Cuando la Conqui hace fuego y prende la estufa a leña, yo entro a la casa; ahí está rico, aunque a veces se la pasa la mano y mete muchos palos y la casa se pone súper calurosa incluso con la puerta abierta; la Conqui siempre la deja así, para que el Manchi y yo podamos entrar y salir a nuestro antojo ¡incluso cuando llueve!. Eso sí, a las 11 de la noche se cierra… casi siempre: anoche se cerró más tarde porque los tres nos quedamos mirando la luna en el jardín que estaba preciosa, gordita, gordita. La luna… bien raro eso de aparecer y desaparecer, voy a tener que investigar para saber dónde se va.


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