Ir al contenido principal

Uno que durmió afuera

Anoche me quedé de hija única, y tuve a la Conqui sólo para mí así que pude dormir en el hueco de su brazo sin preocuparme que el Manchi llegara a sentarse encima mío. Yo no sé que obsesión tiene el flacuchento ese que apenas ve a la Conqui regaloneándome, llega a molestar. Siempre que ella me toma en brazos y se acuesta conmigo, no pasan ni cinco minutos que aparece el otro y se instala al lado mío y pone su poto en mi cara para quedar más arriba que yo ¡y eso me carga! no tengo porqué aguantar su trasero cerca de mi nariz. Yo le pego unos zarpazos disimulados para que la Conqui no empiece con sus “Melí no molestes al Manchi”, pero en esas circunstancias generalmente es él quién sale ganando y se queda durmiendo arriba de ella mientras yo parto a acurrucarme entre sus piernas (igual es rico porque me hago pelotita y quedo como en un nido, abrigada por todas partes).

Esa manía del Manchi de querer estar encima de la Conqui "justo" cuando es mi turno de regaloneo me da rabia, y ella no lo reta porque dice que él tiene celos de mí y que no puede retarlo porque se va a sentir inseguro.

Tuve que buscar en el diccionario eso de los “celos” porque no conocía su significado. Ahí salía que los celos son cuando una persona cree que por culpa de otra van a dejar de quererla, y eso dice la Conqui que pasa con el Manchi: como yo llegué después que él, cree que por mi culpa ella puede dejar de quererlo… Yo creo que no es eso porque el diccionario sólo habla de personas y no dice nada de gatitos, así que me tinca que lo de él es puro teatro. Y si fuera verdad lo de los celos, me encantaría que la Conqui terminara queriéndome más a mí que a él, porque regalonearíamos como anoche y todos los crunchi crunchi sería míos.

Anoche fue rico ¡rico!. El flacuchento llegó a comer como a las 10, se tragó su comida y se puso a molestar tanto que la Conqui le abrió la puerta ¡salió soplado al jardín! me tinca que tenía alguna fiesta organizada y el pesado no me convidó... ¡mejor! tuve a la Conqui sólo para mí y antes de dormirnos jugamos a las escondidas. Tipo 12, sentí unos arañazos en la puerta que me tinca eran el Manchi, pero no moví mis orejitas ni nada para que la repartidora de crunchis no si diera cuenta que había vuelto jijijiji

(Escondida debajo de la colcha)

Entradas populares de este blog

"Ser animado racional, Varón o mujer"

Ayer me dijeron que yo nunca mencionaba a los hombres y que siempre hablaba de mi mamá, mi abuela, mi tía y mis primas, todas mujeres. También me dijeron que lo más cercano que yo había estado de hablar de algún espécimen de sexo masculino, había sido cuando comentaba las tonteras que hacía el Manchi. Al principio como que me dio lo mismo la pregunta porque no entendí de qué me estaban hablando, pero igual me quedó dando vueltas y pensando en todos los humanos que conozco y con los cuales he convivido en mayor o menor grado, me di cuenta que no conozco a ningún hombre; es decir, tengo una idea de como son porque he visto algunos a la pasada, como los señores que le ponían bencina al auto con una manguerita cuando nos vinimos con mi mamá del sur o el caballero que cortaba el pasto en la casa, pero eso sería todo. Como siempre que algo despierta mi curiosidad, le pregunté a mi mamá sobre el tema pero parece que no me entendió porque se quedó muda, aunque confieso que me tinca prefirió ha

Maniobra de Heimlich

Lo confieso: he estado ociosa los últimos días, pero tengo una excusa muy buena, y es que… naaaaa, no tengo excusa posible; me podría inventar alguna, pero si algo me ha enseñado mi mamá es que mentir es malo y que uno siempre debe asumir la consecuencia de sus actos, sobre todo cuando ha metido la pata, y ella sí que sabe de meter la pata ¡si yo les contara! ¿Saben cuál fue la última? ¡Ponerle demasiado peperoncciono a la carbonada! Vieran como tosía mi abuela cuando la probó por primera vez… ¡Cof! ¡Cof! ¡Cof! hacía la pobre vieja mientras los ojitos se le ponían brillantes tratando de retar a mi mamá por lo picante de la comida. Cómo sería el escándalo que yo estaba en el cerro e igual escuché todo el barullo y volví corriendo a la casa para ver que estaba pasando y si podía ayudar en algo, no sé, tal vez haciéndole la maniobra de Heimlich a la veterana ¡y no se rían! es tan flaquita la señora que estoy segura que si agarro vuelo y salto sobre sus pulmones, cualquier cosa que estuvi

Hoy aprendí una palabra nueva

¡Ayer en la tarde quedó la cagada! El Manchi se fue de reto bien retado. Resulta que la Conqui tenía un frasco con un mix de las flores de Bach que mi abuela le había preparado (parece que la vieja es medio bruja), y al tarado del Manchi le dio por jugar con la brujería esa. La Conqui le dijo dos veces “no”, a la tercera escondió el envase dentro de uno de los tazones del café que tiene colgando en la cocina, y el tarado del flacuchento ese, de alguna forma pilló las gotitas, sacó el frasco con su mano y ¡crash! en viaje directo al suelo… Empezaron los gritos ¡y qué gritos! ¡y que palabras! Hubo varias que busqué en el diccionario, pero la única que pillé fue “huevón” , y eso se lo dijo más de una vez antes de agarrarlo del pellejo, tirarlo para el jardín, y cerrar la puerta tan fuerte que los vidrios temblaron. Yo me asusté al menos los primeros 3 minutos, después me dio risa ver al Manchi en apuros… ¡una vez más! Según la Conqui que la luna le debe afectar el carácter, y como ayer fu